En los días previos al 1-O catalán UPN, en su línea de guardián de «las cuestiones de Estado en Navarra», presentaba una propuesta de declaración institucional para que el Parlamento de Navarra se posicionara contra el referéndum convocado por el Parlament y Govern catalán

¿Se imagina alguien que nos dijeran desde fuera de Navarra lo que tenemos que decidir y opinar los navarros y navarras sobre nuestro futuro?

Reproducimos aquí textualmente tanto la propuesta de UPN como la contestación que dio GEROA BAI.

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[typography font=»Cantarel» size=»22″ size_format=»px» color=»#c21b58″]Respuesta de Geroa Bai. Koldo Martínez[/typography]

La creación del Estado de las Autonomías en la Constitución Española de 1978 y su fórmula de “café para todos” pretendió trivializar la exigencia de autogobierno de las nacionalidades históricas. Luego se añadieron la LOAPA y abundante legislación estatal orgánica y básica.

Los dos partidos estatales, populares y socialistas, dotados de un renovado pero viejo nacionalismo español compartido, tienen una tradición ya antigua de consenso para impedir la profundización del autogobierno. En Navarra, desde los comienzos de la Transición, UPN y PSOE se han entendido para gobernar con el argumento de la gobernabilidad, que no es otra cosa que la exclusión de un importante sector político de la comunidad. Y en esas seguimos.

Y mientras el 25 de setiembre, en Madrid, la Sra. Beltrán y el Sr. Esparza, juntos, utilizando inaceptables mentiras y acusaciones intolerables contra el Gobierno de Navarra, se preocupaban del “necesario fortalecimiento de España”, Geroa Bai trabaja por el necesario fortalecimiento de Navarra, una Navarra que ustedes, sí, ustedes, nos dejaron en bancarrota.

Venimos de una tradición foral de relación bilateral con el Estado. La naturaleza de nuestro régimen foral y el hecho de que cualquier alteración del mismo tiene que sujetarse a un acuerdo bilateral con el Estado nos debería poner al abrigo de los cambios en la organización de poderes que los centralistas y sus monaguillos pretendan. Y sí, podemos tener buena fe, pero no caer en la ingenuidad de confundir convicciones y principios con hechos.

La primera y única reforma de calado de la Constitución se realizó en 2011, y supuso el contrafuero de limitar las capacidades exclusivas de Navarra en materia presupuestaria. Se urdió con “agostidad” por parte del rodillo del PSOE y el PP; y sólo contó con el apoyo de un partido en en el Congreso: UPN ¿Foralista un partido que presta su único e innecesario voto para apoyar un contrafuero? Así de importante ha venido siendo la “cuestión de Estado” para estos partidos, aunque lo pagara Navarra.

Porque en el PP, en el PSOE y en UPN es más fuerte la pulsión a acatar la disciplina centralista y la “cuestión de Estado” que el deseo de defender el interés público de Navarra. No hay más que observar la actitud pasiva –cuando no el aplauso cómplice- de UPN, PP o PSN ante al continuo ataque a la autonomía foral que suponen los recursos del Gobierno Central ante leyes emanadas de este Parlamento, sede de la soberanía navarra.

En Geroa Bai somos, o mejor, queremos ser la expresión de una nueva cultura política que se fundamenta en el reconocimiento de la pluralidad de la sociedad navarra y en la asunción de la transversalidad como eje político conductor.

Para nosotras, el único orden político legítimo es el fundado en la voluntad democrática de la ciudadanía, en la negociación y el acuerdo. Por eso excluimos siempre y tajantemente la imposición, la coacción o cualquier forma de violencia.

Para Geroa Bai el único sujeto político son los ciudadanos y ciudadanas de Navarra. Navarra no debe ser un objeto político de carácter esencialista, impuesto a la ciudadanía, sino el resultado de su voluntad libremente manifestada. Nosotros reconocemos a los ciudadanos y ciudadanas de Navarra una capacidad constituyente incondicionada y el derecho a establecer libremente su propio régimen político. Esto es también, el derecho a negociar, de igual a igual con el Estado español, la creación de instituciones comunes.

En Geroa Bai estamos comprometidos con la defensa de nuestros derechos históricos frente a acciones que menoscaban o limitan nuestra autonomía política y fiscal.

Nosotras abogamos por la reforma del Amejoramiento. El nuevo pacto político con el Estado que defendemos deberá cumplir, al menos, los siguientes tres requisitos:

  1. dotación a Navarra de los niveles de autogobierno que su ciudadanía libremente decida,
  2. concertación entre todos los partidos, sin exclusiones, y
  3. sometimiento a referéndum popular del resultado de la negociación con el Estado.

Dada la rigidez y las limitaciones de la actual Constitución española, propugnamos el empleo de la vía de los Derechos Históricos, reconocida en la Constitución y en la LORAFNA, para hacer posible ese nuevo pacto político. Postulamos el uso de los derechos históricos porque los consideramos el mejor aval para la ampliación del autogobierno de Navarra. No nos sustentamos en un trasnochado entusiasmo historicista ni en una defensa de la tradición por la tradición. No.

El fundamento de nuestra apuesta es el convencimiento de que la actual cultura política dominante española se muestra impermeable al federalismo nacional y asimétrico, que entendemos es el que correspondería a los Estados multinacionales como el español, que se caracteriza por la existencia de poder constituyente en cada una de las naciones que lo integran y por la capacidad de establecimiento de un auténtico pacto federal que reserve un alto nivel de autogobierno a cada entidad nacional, así como determinadas formas de participación en el Estado federal.

El pactismo político que propugnamos no se basa en el pactismo menor, condicionado y esencialista de UPN-PP y PSN, sino en una interpretación radical-democrática de los Derechos Históricos y de la foralidad, identificada como la capacidad incondicionada de decidir de la ciudadanía navarra. Se trata de una interpretación enraizada en una cultura histórica minoritaria, sí, pero potente y, al mismo tiempo, la más acorde con los planteamientos democráticos actuales. Lo específico y singular de esta corriente estriba en la afirmación de que el pueblo de Navarra constituye un sujeto político pleno, dotado de capacidad constituyente incondicionada, y del derecho a establecer libremente su propio régimen político, debiendo ser la articulación Navarra-España el resultado de un pacto entre sujetos iguales, que parten de sus respectivas Constituciones y llegan a establecer determinadas instituciones comunes que expresarían la unidad política. Pactismo Mayor con el Estado, que pone en evidencia y desactiva la trampa del Pactismo Menor practicado por el nacionalismo español.

Nuestra postura conlleva el respeto a las distintas ideas y lealtades identitarias existentes en Navarra, así como al principio de la igualdad de derechos de todas las personas, sean autóctonas o nacidas fuera.

Soy consciente de estar reivindicando esta voluntad integradora la peor semana para hacerlo, la semana de la vergüenza, pues el pasado martes se agotó el plazo que el Gobierno de España había comprometido para acoger personas refugiadas, con unas cifras de acogimiento real cercanas al 11%. La certeza de que las instituciones navarras estaban –y lo siguen estando- preparadas para acoger a las personas que sean derivadas a la Comunidad Foral cuando el Gobierno de España tenga a bien resolver las cerca de 20.000 solicitudes de asilo que tiene pendientes, no resta un ápice de vergüenza al hecho de que hay miles de personas que huyen de la guerra y la miseria mientras en Occidente nos lavamos las manos. Hace menos de dos meses, la vicepresidenta del Gobierno español –la misma que hoy en día afirma que sin convenio de por medio invertirá por fin miles de millones de euros en el TAV- aseguró que España acogería a 500 personas al mes, algo ya desmentido por la realidad. Credibilidad cero, señores del Partido Popular. Credibilidad cero ante sus excusas para no comprometerse con el corredor ferroviario, ante sus mentiras para no acoger al 89% de las personas refugiadas que se comprometió en 2015 o ante sus pseudo-argumentos para intervenir policialmente Cataluña, sin haber movido un dedo, sin haber hecho política, en los últimos diez años.

En Geroa Bai estamos profundamente comprometidos con la construcción de la Europa política y social. Una Europa democrática, que reconozca el derecho a la autodeterminación, basada en la participación efectiva de todos los pueblos del continente. Y una Europa social, con políticas económicas que se pongan al servicio del bienestar de todos los ciudadanos.

Defendemos la participación navarra en las instituciones comunitarias (Consejo de Ministros de la Unión y Comités) y postulamos que Navarra disponga de capacidad de codecisión y de presencia directa en las instancias directas que tratan de los asuntos de su interés o competencia.

Siempre hemos manifestado nuestro firme rechazo a cualquier forma de violencia como procedimiento encaminado a obtener ventajas políticas, porque fundamentamos nuestras actuaciones en el principio del respeto y del reconocimiento de todos los derechos humanos sin excepción.

UPN nos trae a este parlamento su propuesta de que la representación institucional de la sociedad navarra se sume a la fáctica “cuestión de Estado” para decirle a la sociedad catalana lo que tiene que hacer ¿Y Uds. se reclaman foralistas?

Desde luego a las navarras y navarros que representamos no nos gustaría que nos dijeran desde fuera lo que tenemos que hacer en Navarra. La propia Sobrecarta o Pase Foral nos defendía de imposiciones de cortes y reinos ajenos a Navarra y su voluntad. No cuenten con nosotros para decirle a la sociedad catalana lo que tiene que hacer.

Además por coherencia y por solidaridad con todos los pueblos que quieren poder decidir de manera democrática su futuro, ¿cómo vamos a negar a la sociedad catalana los derechos que reivindicamos para la propia sociedad navarra? ¿Cómo no nos vamos a solidarizar ante las vulneraciones de derechos y ante la suspensión de facto de la autonomía catalana, por el terrible delito de querer preguntar a su propia ciudadanía qué futuro desea?

 

Por eso mostramos en Declaración Institucional de este Parlamento el día 21 nuestro rechazo y alarma por la intervención de hecho de la autonomía catalana, instamos al Gobierno de España del PP a desistir en su estrategia represiva contraria a los principios básicos de la democracia, nos reafirmamos en nuestro compromiso con todos los principios democráticos fundamentales, mostramos nuestra solidaridad con el pueblo de Catalunya y nos concentramos con la Presidenta del Gobierno al frente para denunciar la situación de excepcionalidad que está viviendo en Catalunya, manifestar nuestro compromiso con la libertad, la democracia y los derechos civiles y políticos y apostar por una salida dialogada, reafirmando nuestra apuesta por el diálogo y la negociación como únicas vías para la resolución de conflictos políticos.

 

Esto, Sr. Esparza, no es saltarse la ley ni ir de la mano de los terroristas. Es compromiso democrático. El que usted y su partido parece que no tienen.

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