Dicen que cuando de manera continuada un Gobierno ideologiza la gestión, acaba instaurando un Régimen para perpetuarse. Reclama Uxue Barkos responsabilidades políticas a quien durante lustros ha gobernado Navarra y ha desperdiciado herramientas en tiempos de bonanza para estar preparados para ahora afrontar la crisis. En tiempos en que los Tribunales empiezan a ser escenarios complicados para exministros como Rato o Acebes, responsables autonómicos como el caso de los ERE andaluces o presidentes como el balear, hay quien se pregunta si no hay materia en Navarra para exigir, no sólo responsabilidades políticas sino algo más. En Islandia no todo ha sido tan ejemplar como se dice, pero sí la exigencia de responsabilidades a gobernantes que han practicado.
El dinero y la riqueza no se destruye, sólo cambia de manos. Y se está generando demasiada pobreza en Navarra como para no exigir algo más que responsabilidades políticas aquí. Aquí donde Navarra ha sido «objeto» haciéndonos creer que era «sujeto».
Rescatamos aquí un artículo crudo y directo publicado en la Txistorra Digital por Eloy Rabo. Rabo nos recuerda que los navarros somos propietarios de esos «grandes negocios» -sobre todo para algunos-, que se fueron montando en esta nuestra Comunidad en los años de «bonanza económica». …y que todos tenemos una pequeña participación en todos esos pozos sin fondo. Y reclamaciones al maestro armero… El Futuro que queremos construir desde el Cambio progresista e incluyente no puede hacerse sobre la impunidad de auténticos caraduras.
Socializar la mierda
Socializaron la mierda, por ejemplo, con el circuito de Los Arcos. Una constructora propuso hacer un circuito de 6 millones de euros, que con ese precio como mucho serviría para karts; comenzó las obras y se entrampó. Pero se entrampó bastante. Así que llegó el Gobierno de Navarra y se metió por medio, haciendo crecer el precio de 6 a 22 millones de euros, y de 22 a 40. Eso sí: la participación privada en el negocio se mantuvo, así que, si había beneficios, la constructora cobraría los suyos. A eso se le llama… socializar la mierda.
Y ejemplos de esos… unos cuantos. ¿Hablamos de la CAN, futura primera entidad financiera de la Catalunya independiente? Eso vamos a dejarlo, que algunos llevan la penitencia en el pecado?. ¿O hablamos de aquella colección de coches clásicos que cierto inversor privado compró y luego vendió por bastante más dinero al Gobierno de Navarra? Ya se comentó en este mismo blog, aunque ahora hay noticias frescas sobre el asunto. Sí, amigos: ante la falta de liquidez para construir aquel Museo de la Automoción, los coches se exponen ya, desde el 14 de octubre… ¡en el circuito de Los Arcos! A eso se le llama, queridos y queridas… en efecto, socializar la mierda. Pero con un descaro que asusta. A ver qué se les ocurre montar ahora en el trigal de Guenduláin.