[box type=»alert» size=»large» border=»full»]La necesidad de tomar la iniciativa política en la Gestión de la Memoria de la Violencia Política nos ha animado desde hace meses a abrir este Borrador en el que mostremos el ADN de GEROA BAI para la Paz y Normalización. El documento lo hemos dividido en 3 partes (uno en cada columna de este documento) que favorezcan su lectura. Como verás contiene una importante cantidad de enlaces a artículos, entrevistas, audios y vídeos. Pretende contribuir a construir un relato crítico y compartido sobre el pasado (lejano o cercano), en el que ningún argumento —ni un contexto de conflicto, ni una tesis sobre bandos enfrentados, ni la denuncia de vulneraciones de signo diferente, ni una razón de estado, ni la prevalencia del futuro—, pueda ser invocado para minimizar, justificar o legitimar la violencia para resolver las diferencias políticas. Ganar una convivencia en valores éticos y en paz, mirando al futuro desde una valoración ética asumible por la mayoría de la sociedad.[/box]

[typography font=»Lobster» size=»20″ size_format=»px» color=»#3e268c»]Memoria, Desmemoria y Gestión de la Memoria[/typography]

 

Fernando Mikelarena describe como nadie el concepto de gestión de la Memoria de la Violencia Política que forma parte del nervio central del enfoque integrador que caracterizan a Zabaltzen y al conjunto de Geroa Bai.

Una Gestión de la Memoria incluyente que trate el tema Víctimas y Victimarios, que no sea reduccionista en el arco temporal de la misma, que mire al futuro con un Relato que pueda ser asumido por la mayoría de la sociedad para buscar una Paz arraigada, y una posible y deseable reconciliación en generaciones venideras.

La Gestión de la Memoria necesita de la implicación de las Instituciones y la propia sociedad civil. Así lo han entendido las Instituciones en la CAV, tanto históricamente en el tratamiento de la violencia del 36 y el franquismo, como en la aprobación de un ambicioso Plan para la Paz y la Convivencia y su correspondiente Comisión en el Parlamento para el tratamiento de la violencia más cercana en el tiempo, la de ETA y la de Estado.

 

En Navarra, en cambio, las Instituciones van muchos años y pasos por detrás de la sociedad civil y la iniciativa popular en el tratamiento de la violencia del 36 y el franquismo. Y en el caso de la violencia de ETA y de Estado, las Instituciones navarras han sido cruelmente singulares: el Gobierno de Navarra, bajo la ficción y el relato de que “la violencia es cosa de la comunidad de al lado”, es el único de todo el Estado que no tiene ni Departamento específico ni Comisión que se ocupe de las Víctimas. Pensar en un Plan específico queda en las antípodas de los rectores de las instituciones navarras.

Por eso planteamos una Gestión de la Memoria encaminada a construir una vía propia sobre Paz y Tolerancia en Nafarroa, en la que se pueden recoger las muchas partes útiles y comunes de lo avanzado en la CAV, y que se puedan poner de manifiesto las partes genuinas navarras, que también serán de gran ayuda en la CAV.

El arco temporal de la Memoria

En Navarra padecemos un doble reduccionismo en la Gestión de la Memoria:

  • El reduccionismo de quienes sólo quieren profundizar en la violencia del 36 y del franquismo, y
  • El reduccionismo de quienes sólo quieren profundizar en la violencia desde el nacimiento de ETA.

Un doble reduccionismo que integra a épocas y a agentes de violencia. Frente a ese doble reduccionismo proponemos un arco temporal desde el 36 (violencia lejana) a nuestros días (violencia cercana) que integre a aquellas generaciones que directa o indirectamente han vivido los efectos de la violencia de raíz política. Ese arco temporal permitirá ecuanimidad en el tratamiento de las víctimas y victimarios, así como un “espejo humanitario y democrático” del tratamiento de la violencia cercana en el tratamiento de la violencia lejana, y viceversa.

 

La singularidad del Gobierno de Navarra en la No Gestión de la Memoria de la Violencia guarda una tenebrosa concordancia con lo que los investigadores identifican como las Causas de la Desmemoria en Navarra para el caso de la violencia lejana (la del 36 y el franquismo), y que permite que los autores intelectuales de esa violencia hayan usufructuado un Relato de lo que no pasó, y sobre todo de lo que pasó y se ocultó. Sólo así es explicable que hayamos convivido varias generaciones con gentes que obtuvieron ventaja y posición gracias al ejercicio de la violencia, con más de 3.000 asesinados en una Navarra en la que no hubo frente de guerra:

  • El silencio autoimpuesto de los familiares de represaliados por miedo a más represión.
  • La pereza, cuando no la negativa, a convertirse en herederos de las siglas que más muertos recibieron, como son los dirigentes del PSOE y la UGT en la actualidad.
  • El propio vértigo del conjunto de la sociedad Navarra a hacer una introspección por el silencio cómplice ante este terror. (También sucedió con el nazismo, y a muchos alemanes hubo que enseñarles los campos de exterminio).
  • La evolución política experimentada por una parte de quienes ejercieron la violencia en el 36, y posteriormente se alejaron del franquismo.

(Causas de la Desmemoria. Resumen de las páginas 41 y 42 de “Sartaguda 1936. El pueblo de las viudas” de JM Jimeno Jurío y F. Mikelarena. Editorial Pamiela)

 

Para completar este doble reduccionismo que denunciamos, la sociedad vasca en general y la Navarra en particular, puede ser sometida a un nuevo proceso de Desmemoria, esta vez para la violencia cercana (la del terrorismo de ETA y otros grupos, y la de Estado. Efectivamente, con buena o mala intención, hay organizaciones políticas y sociales que proponen la Amnesia y la Desmemoria “para superar la violencia de los últimos años”. Una especie de “por la Paz tres avemarías” inaceptable tanto desde el punto de vista ético como político. Ni Desmemoria para la violencia lejana, ni Desmemoria para la violencia cercana. Tenemos claro a quién favoreció la Desmemoria de la violencia lejana, ¿Tenemos claro a quien beneficia la Desmemoria de la violencia cercana? ¿O alguien cree que en Navarra no hemos aprendido la lección de la frustración de la Desmemoria?

Mis víctimas, tus víctimas. Las Víctimas

 En un conflicto de violencia causada por motivos políticos llamamos Víctimas a “las personas (y sus familiares) que han sufrido vulneración de derechos humanos a causa de una violencia injusta e ilegítima”.

Incluimos en el tratamiento de Víctimas no sólo a las personas que la sufrieron de manera directa y cruel en forma de asesinato, secuestro, tortura o extorsión como parte central de quienes merecen reconocimiento y reparación; también aquellas personas que, habiendo sufrido amenazas, ultrajes, perjuicios o conculcación de sus derechos, tuvieron que actuar en contra de su voluntad.

Víctimas del 36, de las que 1/3 de los asesinados en Navarra están en paradero desconocido, y del franquismo. Víctimas a las que, después de una larga e intensa iniciativa civil y popular, las instituciones navarras empiezan a dar tímidos reconocimientos.

También Víctimas de ETA y de otros grupos terroristas. Víctimas de grupos parapoliciales y crímenes de Estado.

Todas las Víctimas en una Gestión de la Memoria incluyente, veraz, reparadora y con una muga infranqueable: Víctimas de una violencia inequívocamente ilegítima e injusta. En una “Gestión de la Memoria de la Violencia Política sin Desmemoria”.

 

[typography font=»Lobster» size=»20″ size_format=»px» color=»#3e268c»]Victimarios o verdugos en la Gestión de la Memoria[/typography]

 

La Gestión de la Memoria de la Violencia requiere la identificación de quien ejerce la violencia por razones políticas, de la misma manera que se ha identificado a las víctimas. No desde un punto de vista vengativo, sino de reconocimiento y reparación -al menos moral- por el daño causado.

Conocemos por testimonios y documentos a los verdugos carlofalangistas del 36 y del franquismo, a los que ejercían la violencia de manera directa. Pero son los investigadores los que nos ponen al descubierto con precisión científica la existencia de una cadena pautada de mando político-militar en aquel nuevo Estado, de aquella nueva Diputación Foral y de aquellos nuevos Ayuntamientos. Un nuevo entramado institucional que iba a afianzarse en el único argumento del uso de la fuerza, y la utilización de la violencia para eliminar al diferente:

“Es necesario crear una atmósfera de terror, hay que dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todo el que no piense como nosotros. Tenemos que causar una gran impresión, todo aquél que sea abierta o secretamente defensor del Frente Popular debe ser fusilado.” [highlight]General Mola (19-VII-1936) Instrucción Reservada nº 5[/highlight]

 

Conocemos por los investigadores el papel que en la sublevación y en la dirección de la represión tuvieron gentes de orden de aquella Navarra como los políticos de Unión Navarra (antecedente político de la actual derecha Navarra), el Diario de Navarra y periodistas editorialistas, más allá de la brutalidad de los conocidos como matones. Autoridad intelectual y efectiva de una engrasada Cadena de Mando para las políticas de represión y de la posterior Desmemoria practicada en la sociedad Navarra, y que dura hasta nuestros días.

 

Las investigaciones también señalan una clara correlación entre las órdenes recibidas desde Pamplona y el grado de implicación en la represión por parte de los dirigentes locales. De hecho, no hubo la misma concordancia entre autoridades provinciales y locales en unos pueblos y otros, y fue determinante para el número de asesinados de cada población.

 

Este trabajo que se sigue realizando sobre la violencia lejana constituye una pieza fundamental para la Gestión de la Memoria y el reconocimiento y reparación de las víctimas. Y una pieza para construir un Relato mayoritario contra la violencia y una educación a actuales y futuras generaciones basada en Valores.

 

Pero también constituye un espejo en el que tratar la violencia cercana con la misma perspectiva y objetivos que la referida Gestión de la Memoria que proponemos:

  • Un gran número de victimarios o verdugos directos en el caso de ETA están presos o exiliados. Pero no sucede lo mismo con victimarios o verdugos ligados a la represión policial o parapolicial (algunos de ellos indultados, jubilados o ignorados)
  • Si somos rigurosos con los dirigentes de la represión del 36 y el franquismo, ¿No debemos serlo en la violencia cercana? ¿No ha habido también una Cadena de Mando en los diferentes frentes armado, político y de masas? ¿No han existido ponencias como Oldartzen, de socialización del sufrimiento en el frente político, y estrategias de reclutamiento de adolescentes en el frente de masas? ¿Recordamos el documento “Víctimas y/o Verdugos” publicado por Nabaizaleok? ¿Hubiera sido posible el desarrollo de ETA en los últimos años sin grupos humanos que justificasen que se puede violentar al diferente?
  • No se trata de judicializar o encausar a dirigentes políticos. Pero sí se trata de que estos dirigentes se pronuncien sobre si la violencia que causó ETA era ilegítima e injusta; y que en caso contrario que reciban la condena moral de nuestro pueblo,…., y posiblemente de algunos de sus compañeros electorales de viaje actuales.

“…todos sabemos que ha habido una estrategia político-militar reconocida por el propio Otegi ante el juez en el caso Bateragune. Todavía no han reconocido la propia responsabilidad ante tanta violencia y no pueden escudarse en que otros tampoco lo han hecho en otros casos como, por ejemplo, el franquismo”. Aintzane Ezenarro

“…con esos argumentos y esa mentalidad matamos entre otras personas a ‘Yoyes’, nosotros y los Barrenas de turno también. Porque, aunque no participáramos directamente en la acción y a nivel jurídico no seamos responsables, todos sabemos, tanto Barrena como nosotros, la responsabilidad que tenemos en aquella barbaridad. Así que mejor sería que Barrena empezara de una vez a poner en cuestión esa mentalidad que nos llevó a matar a ‘Yoyes’, ayudara a que se reconociera aquel error y se devolviera a ‘Yoyes’ y a su familia el reconocimiento y el respeto que algunos sectores les negaron, en lugar de alimentar más problemas y ponernos a nosotros y a nuestras familias en el punto de mira de esa misma mentalidad.” Carmen Gisasola, exETA de la Vía Nanclares

 

Condenamos y no compartimos el intento de judicializar las palabras del portavoz de Sortu:

“hace 35 años la izquierda abertzale hizo una elección que consideramos acertada. No participamos en un juego que no tenía nada de democrático… No estamos dispuestos a rechazar ni a revisar nada de aquello; es más reivindicamos, con todos nuestros errores, lo que fuimos y lo que somos, lo que hemos hecho y lo que hacemos”. Hasier Arraiz, portavoz de SORTU,

pero en la sociedad vasca no podemos ignorar la muga ética que hoy por hoy existe con esta parte de la IA. En estas condiciones que no nos llamen para unidades de acción para una Gestión reduccionista de la Memoria para que nos fijemos sólo en una parte de la violencia.

  • Si en el 36 hubo diferente concordancia entre dirigentes provinciales y locales a la hora de ejercer la violencia política en Navarra, también en los años de plomo de ETA ha habido municipios donde la presión al diferente (víctimas) ha sido especialmente insoportable y mayor que en otros (recomendamos ver este duro diálogo entre el periodista Gorka Angulo y Patxi Zabaleta en ETB, que escenifica la dificultad de la Gestión de la Memoria, y las cucharadas que algunos deberán tragar. Empieza en el m. 18:40 la entrevista, y es en el Minuto 38:00 el referido diálogo ). En una Gestión de la Memoria esto no puede pasar desapercibido.
  • Y ¿Qué decir de la cadena de mando político-intelectual que ha llevado a cabo la violencia parapolicial y la llamada “guerra sucia”? ¿Qué decir de la tortura, de casos como el de Mikel Zabalza, o de cientos de detenciones injustas? La violencia ilegítima e injusta tiene otra consideración éticamente más rechazable si cabe cuando se ejerce desde el poder, y estamos seguros de que en la sociedad vasca hay un Relato mayoritario de condena ¿Habrá reconocimientos de esta violencia ilegítima e injusta suficientemente cercana como se ha hecho con violencias de Estado del tardofranquismo?

 

  • Las víctimas y sus familiares no merecen ni la impunidad ni la soberbia de los victimarios intelectuales de cualquier época, de cualquier violencia.
  • En la otra cara de la moneda nos encontramos a un grupo de presos -los encarcelados en los últimos años afectados por la doctrina Parot– y sus familiares. Se trata de presos reclutados en su adolescencia por una maquinaria infernal, y a los que ahora la cadena de mando instruye con fría dureza para ser utilizados en el “proceso” para tratar de ganar un Relato de lo que ha pasado en este País.

 

Afortunadamente, desde el mundo de los presos surgen personas valientes que reconocen el daño causado, dan la cara con las víctimas y reconocen que la violencia que practicaron era ilegítima e injusta. Son los presos de la llamada Vía Nanclares, que, en combinación con víctimas relevantes del terrorismo, nos ofrecen una extraordinaria lección moral y ético al conjunto de la sociedad y a las generaciones venideras. Una gran aportación para una Gestión de la Memoria integral.

 

[typography font=»Lobster» size=»20″ size_format=»px» color=»#3e268c»]La Vía Nanclares y la Gestión de la Memoria.[/typography]

 

 La consecución de la Paz Vasca, a pesar de que consiguiéramos la mejor Gestión de la Memoria de la Violencia, va a dejar secuelas y heridas que necesitarán muchos años para salvarlas. Serán futuras generaciones, en el mejor de los casos, las que puedan convivir en Valores.

Y son las Víctimas y Presos, así como familiares de ambos, quienes más van a padecer heridas y secuelas. En ambos Colectivos anidan reivindicaciones, necesidades, actitudes y expectativas de carácter diverso, y no todas alcanzables a plena satisfacción.

La Gestión de la Memoria incluye a Víctimas y Victimarios, proyectando al conjunto de la sociedad sentimientos y realidades hacia la integración, y sobre la base de la verdad, el reconocimiento del daño causado y la consideración de la injusticia e ilegitimidad de la violencia ejercida. La Sociedad debe ayudar, escuchar, participar y, en su caso, reparar al menos moralmente para construir una convivencia en Valores.

Víctimas y Victimarios (no Víctimas con Victimarios) en la construcción de la Memoria. Recomendamos el siguiente vídeo en el que participan el hijo de un asesinado con altas probabilidades de que se cierre sin culpables, y un expreso de ETA de la Vía Nanclares. “La verdad no puede ser la perdedora de todo esto”. [highlight]Iñaki Gª Arrizabalaga, hijo de asesinado[/highlight]

Es un camino duro en el que, al final y de manera natural, habrá Víctimas y entornos que elegirán otro camino y Victimarios (fundamentalmente los presos) y entornos que se nieguen a reconocer que la violencia que ejercieron o ampararon era ilegítima e injusta. Y también el conjunto de la sociedad debe prepararse para saber que esto puede suceder.

La oposición a la aplicación de leyes españolas y europeas que favorecen la excarcelación supone una trinchera para una parte de las Asociaciones de Víctimas, así como una correspondencia política por parte de determinados medios de comunicación y de la Derecha. Dicha correspondencia política es utilizada por el Gobierno del PP para mantener una política de alejamiento y dispersión que es aplicada al conjunto de la población reclusa, incluidos los presos de ETA (aunque haya un gran sector de nuestra sociedad que las políticas penitenciarias de alejamiento son sólo para presos de ETA). Una política penitenciaria de carácter excepcional que penaliza a los presos y sus familiares, y que hoy no tiene sentido desde un punto de vista de Gestión de la Memoria encaminada a la Paz y la Normalización.

La utilización de las víctimas, la laxitud con responsables policiales y parapoliciales, la prolongación de políticas penitenciarias excepcionales, la no transposición de normativas europeas, o la utilización de la Fiscalía son herramientas de una política sectaria que no podemos aceptar desde un punto de vista ético de Gestión de la Memoria. De tal manera que la exigencia del cese de dichas políticas penitenciarias de excepción debe formar parte del discurso de las organizaciones democráticas que apuestan por la Paz.

Mis Presos, tus Presos. Los Presos

La situación y la eventual excarcelación de los Presos ha pasado a constituir una de las trincheras de quienes creen en un proceso dirigido (tutelado) y pautado como es el Acuerdo de Gernika ¿De todos los Presos? Rotundamente NO. SORTU, organización hegemónica y dirigente en la Izquierda Abertzale, lo deja claro en la siguiente entrevista audio en Radio Euskadi (minuto 4:40):

¿Uds no se preocupan de los presos que no están dentro del colectivo del EPPK?.

“SORTU tiene compromiso con el colectivo de presos que se sitúan en la misma línea que la IA, en el mismo proyecto que la IA y que quieren para este país el mismo futuro que desea la IA. No es cuestión de apreciar a unos presos y despreciar a otros, sino de colocarnos con los que están en nuestro mismo proyecto”. [highlight]Amaia Izko, portavoz de SORTU[/highlight]

Por si quedaba alguna duda, existe “el proceso de la IA (Acuerdo de Gernika como marco)”, así como “los presos de la IA (EPPK)”. No negamos legitimidad a que la IA y su dirección (SORTU) tengan y puedan desarrollar su proyecto, su proceso y sus presos. Pero no nos pueden pedir a los demás unidad de acción para favorecer “su proceso y su proyecto”. La Gestión de la Memoria de Violencia en la que creemos no puede sujetarse a un proceso de parte, y debe aspirar a trabajar con todas las víctimas y todos los presos.

La Vía Nanclares incluye hoy a un número de presos y presas de ETA que buscan la reinserción de una manera auténtica y ejemplar:

  • Reconocimiento de la violencia como injusta e ilegítima, tanto ahora como cuando la practicaban.
  • Reconocimiento del daño causado a las víctimas y disposición a hablar directamente con sus víctimas y familiares
  • Disposición a colaborar para lograr [highlight]una sociedad vasca “en la que si no es posible que tú y yo seamos amigos, al menos sea posible que nuestros nietos puedan jugar juntos” [/highlight](la víctima Iñaki Gª Arrizabalaga a Joseba Urrusolo, de la Vía Nanclares).

“Al contrario de lo que se hizo en Irlanda, aquí no se han pactado unas condiciones de reflexión crítica del pasado y de no volver a la violencia para poder acogerse progresivamente a los beneficios penitenciarios. Eso es precisamente lo que están haciendo los presos de Nanclares. En el escrito firmado por ellos no han pedido perdón, aunque sí han podido hacer una reflexión personal y privada que puede interpretarse como perdón. Por eso creo que el camino andado por estos reclusos se merece un reconocimiento, ya que han abierto una vía sincera que va a marcar el camino de salida de los presos. Ahí es donde cabe un acuerdo político que dé cobertura política y social a objetivizar esas condiciones para los presos. El IRA como organización pidió perdón a las víctimas y aquí ETA no lo ha hecho” Aintzane Ezenarro

Desde Zabaltzen y Geroa Bai nos hemos situado desde el primer momento apoyando la actitud y el trabajo de la denominada Vía Nanclares, porque expresa de manera real lo que significa la Gestión de la Memoria de la Violencia por causas políticas:

1.-Los presos que han elegido la Vía Nanclares reciben la espalda del Gobierno, cuando no el trato extremista por parte de determinados medios de comunicación, y el ataque de una parte del colectivo de víctimas.- Una parte minoritaria de las Víctimas que orientan su dolor frente a esta Gestión de la Memoria persigue individualmente a cada preso con permiso, que, a su vez, es aireado de manera sectaria por determinados medios.

El Gobierno del PP, en un alarde de poca visión de futuro y falta de valentía, está llevando a dique seco la Vía Nanclares. Una gran oportunidad para una Paz Vasca en la que no encontraría problemas de acuerdos con la mayor parte de los partidos españoles y vascos.

El preso Joseba Urrusolo Sistiaga –Vía Nanclares- ha sido un caso paradigmático de esta esquizofrenia. Una entrevista de gran audiencia en la Cadena SER en la que se señalaban las mejores actitudes para una Gestión de la Memoria ha devenido en sanciones por parte de una política penitenciaria especialmente limitativa en la relación de los presos con los medios. Merece la pena escucharla

Es duro, pero hemos de aceptar que hay Víctimas y Victimarios que no van apearse de sus posiciones y no van a colaborar en una Gestión de la Memoria de la Violencia Política orientada a la Convivencia de diferentes.

2.- Los presos que han elegido la Vía Nanclares reciben la conspiración del silencio cuando no la estigmatización por parte de SORTU.-

La Vía Nanclares se inició de manera discreta; en parte porque los presos se la jugaban al actuar al margen de la dirección de ETA, y en parte porque las fuerzas políticas que podían coincidir con su valentía se movieron entre la discreción (PNV, PSOE, EB) y el silencio cómplice impuesto como socios de SORTU (Aralar o EA).

La no aceptación por parte de Sortu y de “sus presos” (EPPK) del “suelo ético”, y la consideración de que la “Vía Nanclares” puede ser políticamente nocivo para el “Proceso” que tiene pensado esta dirección política de la IA, lleva aparejada la consideración que los presos de la Vía Nanclares “son utilizados por parte del PP y de las políticas de venganza y dispersión”. Una consigna de “prietas las filas” que contrasta con la aceptación del suelo ético que históricamente han defendido Aralar y EA.

No comprendemos ni aceptamos la trágica coincidencia entre el Gobierno de España y la izquierda abertzale en el desprecio y la marginación de los presos agrupados en la vía Nanclares que han reconocido la violencia como injusta e ilegítima, tanto ahora como cuando la practicaban ellos mismos, así como el daño causado a las víctimas, han mostrado su disposición a hablar directamente con sus víctimas y familiares y a colaborar con los medios a su alcance para lograr una sociedad vasca en paz. Frente a este ejercicio en favor de la convivencia y la reconciliación por parte de estos victimarios presos leíamos recientemente las estremecedoras declaraciones de Zabarte, expreso de ETA que participó junto con otros expresos oficialistas en aquella presentación ante la prensa en Durango un día antes de la gran manifestación de Bilbao que exigió un cambio en la política penitenciaria. Declaraciones en las que afirma que “él no ha asesinado a nadie sino que ha ejecutado y que no se arrepiente de nada”. Por cierto, ¿qué considera más adecuada la izquierda abertzale para la paz, la actitud de los presos de Nanclares o la de Zabarte?

Iñaki Rekarte, el más explícito de los presos de la Vía Nanclares, y que ya ha cumplido su pena, hacía unas polémicas declaraciones a El Mundo en las que, al margen de las descalificaciones personales y adjetivas que no suscribimos, señala cuestiones sustantivas que merece la pena leer. Descalificaciones que han sido respondidas por 6 compañeros, y demostrando que entre ellos también hay pluralidad de visones.

Por muy bien que se desarrollara la Gestión de la Memoria debemos asumir que al final van a quedar dramas de difícil salida:

  • Habrá Víctimas que verán cerrado su caso por falta de solución en el ámbito policial y judicial. Un drama de muy difícil solución
  • Los presos de los últimos años, muchos de ellos reclutados cuando eran adolescentes, van a ser objeto de la “doctrina Parot” en el cumplimiento de sus penas. Recordamos el drama de padres todavía jóvenes colgados de la “pancarta de los jueves” transmitiéndonos que no van a poder ver a sus hijos fuera.

En este marco cada vez más personas nos planteamos si desde la dirección de la IA y del EPPK no pesa más “lograr la victoria política por otros medios”, dejando a los presos como paganos del proceso. Quienes apostamos por una Gestión de la Memoria como la que hemos definido creemos que la dirección de la IA deben abrir la puerta a que presos y presas puedan libremente elegir un camino no sometido al “prietas las filas”, como han denunciado reiteradamente desde el colectivo de Nanclares.

Más duro ha sido Andoni Unzalu en su carta “Arnaldo Otegi y los presos”, en la que da detalles de esta denuncia, y de la que entresacamos dos párrafos (el primero y el último):

“Los presos de ETA han sido siempre para la izquierda abertzale como las tropas auxiliares para los romanos; herramientas humanas para usar en beneficio de las legiones. Los presos y sus familias nunca han tenido libertad para decidir, nunca. Es hora de que hablemos claro. No han podido elegir el abogado de su confianza para que les defendiera de forma seria y legal. Las estrategias de defensa no se construían utilizando las posibilidades legales, eran ‘políticas’. Los terroristas de salón, que siempre han estado a cubierto (bueno, al final, cuando se han visto en riesgo han mandado parar), primero les enviaron al frente y, una vez detenidos, los han utilizado como mansas tropas para la propaganda política.”

“Pero este paso a la reinserción solo lo pueden dar ellos, los presos –no pueden pretender que los demás asumamos la responsabilidad que ellos no asumen–, pero la mayor responsabilidad es la de las personas que durante tantos años han aplaudido el terrorismo y les han controlado con mano de hierro en las cárceles. Hay muchos presos esperando a ver la mano que corta el candado que les atenaza, esperando a ver cuando bajan la bandera. Aunque no es la única, quiero mencionar una persona: Arnaldo Otegi, preso él mismo, que ha cumplido los 3/4 y que no está en tercer grado, que no está en la calle, porque se niega a asumir la vía establecida de la reinserción. Podría estar en la calle, el que no esté es su propia decisión. Y de esta decisión depende también que muchos otros cumplan cientos de años más. Esta sí sería una gran aportación para ayudar a los presos: ser la mano que baja la bandera y reivindica la reinserción de todos, sin el oprobio del colectivo abertzale. Y no es complicado, sería suficiente un tuit, un simple tuit de Otegi que diga: «Acabo de firmar una solicitud pidiendo un permiso ordinario de fin de semana». Pero no lo va a hacer, prefiere estar dos años más en la cárcel a correr el riesgo de que le llamen traidor. Debiera quitarle el sueño saber que está en sus manos reducir cientos de años de cárcel a los penados y, sin embargo, se niega.” (la negrita es nuestra)

Existe una  Decisión Marco 2008/675/JAI, del Consejo de la Unión Europea, de 24 de julio de 2008, que permite descontar las condenas pronunciadas por otros países comunitarios, en los procesos penales que se pudieran seguir por hechos diferentes contra una misma persona. En este marco no es entendible que el Estado español no haya hecho nada por cumplirla, y la pléyade de abogados que rodean a esta dirección de la IA no la hayan utilizado a favor de “sus presos” ¿O sí es entendible y denunciable? Lo cierto es que ha sido precisamente por un recurso de Joseba Urrusolo de la Vía Nanclares como se va a aplicar la contabilización de cumplimiento de pena a los presos que han cumplido pena en Francia.

3.- Los presos que han elegido la Vía Nanclares son la mejor expresión de la aceptación del “suelo ético”, y de que la integración de víctimas y victimarios arrepentidos marcan el camino de la Gestión de la Memoria.

Así lo ven los presos de la Vía Nanclares.

[typography font=»Forum» size=»20″ size_format=»px» color=»#3e268c»]Mikel Aranburu, Mikel Armendáriz, Juana García, Fernando Mikelarena, Koldo Martínez, Jesús Viana, Juan Pedro y Antton han colaborado en este trabajo, y son los zabalkides de la Comisión de Paz y Normalización de Geroa Bai[/typography]

 

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