Koldo Martínez, Presidente de Zabaltzen y miembro de la Permanente de GEROA BAI

Koldo Matínez

Euskararen egoeraz eta etorkizunaz pentsatzen egon arren, gazteleraz idatziko dut testu hau. Escribo este texto en castellano para que me entiendan también mis conciudadanos monolingües que desconcen el hermoso tesoro que hemos heredado de nuestros antepasados, el Euskara; incluso para los que no saben que el 3 de Diciembre es el Día del Euskara, ese idioma que también hablaba Francisco de Jaso, más conocido como S. Francisco Javier.

Acabo de leer que el presidente mexicano, Felipe Calderón, ha propuesto modificar la Constitución mejicana y cambiar el nombre oficial del país – Estados Unidos Mexicanos- y dejarlo solo como “México”. Tranquiliza de algún modo saberlo porque uno empezaba a pensar -fruto del desconocimiento, quede claro- que solo éramos nosotros, los vascos -tranquilos, UPN e izquierda abertzale, no digo más que lo que digo-, los vascos culturales, quienes teníamos auténticos problemas a la hora de definir nuestra comunidad: ¿Euskadi? ¿Euskal Herria? ¿Vasconia?¿Nafarroa?….

 

El problema, es cierto, también lo tienen quienes desde el poder no ayudan de forma decidida a la normalización y promoción del euskera, como uno de nuestros idiomas naturales, en nuestra Comunidad Foral; esto es, fundamentalmente UPN y su Gobierno. Sintiéndolo mucho, me atrevo a decir que incluso la dificultan y entorpecen. A quienes estamos por la convivencia lingüística nos llaman «los vascos» para negarnos de alguna forma la auténtica ciudadanía navarra, aunque seamos tan navarros como ellos y para amedrentar a sus gentes con el grito de «Que vienen los vascos», como si no estuviéramos ya aquí; como si fuéramos de fuera. Y es que estamos aquí porque somos de aquí. Como lo eran y estaban nuestros antepasados.

 

Menciono estas cuestiones porque el lenguaje es importante. No sólo el lenguaje -castellano, euskera, inglés…- que utilizamos para comunicarnos, sino también los conceptos. Soy consciente de que en los últimos tiempos -en realidad siempre-, pero sobre todo en los últimos tiempos se ha producido una manipulación interesada de muchos de ellos. Analicemos un momento qué ha hecho el poder -con nuestra mansa colaboración indiferente muchas veces- con conceptos e ideas como libertad, justicia, igualdad, solidaridad, etc… y entenderemos con claridad lo que digo. Lo mismo ha ocurrido desde otros ámbitos. No hay más que ver cómo se utiliza ahora por algunas personas y grupos conceptos como diálogo, democracia, memoria, paz, etc…

 

Nadie se libra del contexto ni de la historia. Recuerdo cómo el lehendakari López leyó un poema -precioso- de Kirmen Uribe titulado «Maiatza» el día que tomó posesión del cargo en Gernika. Algunos lo vimos como un acto -necesario- de afirmación de lo euskaldun como parte integrante de la cultura de la Comunidad Autónoma Vasca. Otros no; otros lo miraron con desconfianza porque entendían que lo euskadun les pertenece sólo a ellos. Afirmaba Kirmen Uribe entonces que “en Euskadi hay dos culturas, dos lenguas que tienen que convivir”, y que en eso coincidía con el lehendakari. Yo añadiría que sí, que en en Navarra hay dos culturas reconocidas, la romanzada y la vascona con sus lenguas vivas. Pero que, con los miles de personas que se asentado entre nosotros en los últimos años,  haber hay más de dos. Y todas deben convivir. Y todos tenemos la obligación de hacer realidad esta convivencia. Leo también ahora -cuando va a cambiar el Gobierno de la CAV- lo que se está diciendo sobre aquella lectura que hizo el lehendakari, algo que debiera haber sido y ser absolutamente normal -también aquí, en Nafarroa- y vuelvo a pensar en las manipulaciones interesadas del lenguaje.

 

Traigo todo esto a colación en relación con la «celebración» del Euskararen Eguna, el día del euskara. Afirmo, de entrada, que los navarros y navarras si algo tenemos que celebrar ese día es precisamente nuestro empeño, nuestra tozudez, como navarros en mantener vivo el euskara, una de nuestras dos lenguas originarias y propias, frente a la nula colaboración del Gobierno de nuestra Comunidad en esta tarea. Tarea que nos corresponde a nosotros porque el euskara solo nos tiene a nosotros, numéricamente pocos, mientras que, por ejemplo, el castellano, el francés o el inglés tienen a millones de personas. Tarea en la que el Gobierno de Navarra se muestra excesivamente remolón tal y como lo acaba de recordar el propio Consejo de Europa. Y tarea también en la que el Gobierno de España ha hecho dejadez culpable de sus responsabilidades.

 

Desde asociaciones en defensa el euskera se ha propuesto el lema Euskaraz bizi nahi dut para celebrar este día. Y tengo que decir que no. Yo no quiero vivir en euskara. Yo quiero, para mi, para los míos de hoy y para los vascos del futuro, vivir también en euskara. Quiero que el euskara sea mi idioma para la comunicación de muchos aspectos fundamentales de mi vida pero no quiero vivir en euskara solo.

 

Sé que al afirmar esto habrá quienes, de manera interesada y también desinteresadamente, tergiversarán mis palabras. Soy consciente de ello pero necesito decirlo para que quede claro: Frente a cualquier tipo de imposición ilegítima, tanto de quienes torpedean la normalización y el uso del euskera como de quienes quieren imponerlo porque lo consideran la única lingua navarrorum, levanto la cabeza y lanzo a los cuatro vientos mi deseo de paz lingüística y ciudadana entre nosotros y digo en voz alta que Euskaraz ere bizi nahi dut, Quiero vivir también en euskara. Es, pienso, una buena contribución a la tan necesaria normalización de la convivencia entre navarros (y entre vascos) al tiempo que un llamamiento a la superación de las fobias lingüísticas y los miedos políticos entre todos nosotros.

 

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