Alvaro Baraibar

El Gobierno de UPN-PSN presentó hace unos días un anteproyecto de Ley Foral de renta de inclusión social. La situación era extrema, decían: o se regulaba el sistema o el sistema explotaba. La solución: pagar menos, a menos personas y que, a cambio de unos euros que les permiten sobrevivir, hagan trabajos para la comunidad. Era urgente acabar con el fraude en un ámbito en el que el dinero va dirigido a familias en situación de exclusión social o a personas desempleadas que han agotado el subsidio por desempleo. Si existe fraude, es evidente que hay que actuar, pero ¿es prioritario dirigir la mirada precisamente a estos sectores sociales?

Cuando hay políticas que no se hacen por convicción, sobre la base de principios y valores interiorizados y sólidos que dan lugar a criterios generales, sino por la urgencia y la improvisación de quien quiere reducir el déficit de cualquier modo y sin complicarse mucho, las prioridades terminan resultando dolorosamente evidentes.

Casi a la par, conocíamos el dato de las cesantías cobradas por algunos ex altos cargos. Sin caer en generalizaciones injustas, resulta llamativo que el mismo Gobierno que exige trabajo por el regalo de una renta básica, no se cuestione regular la situación de auto-exclusión de otros que prefieren cobrar esas cesantías en lugar de incorporarse a sus puestos de trabajo o que quiera quitar el paro a quien no acepta una oferta de trabajo y pague a quien no quiere trabajar. El Gobierno tampoco se plantea pedir a esos cesantes que hagan trabajos o servicios para la comunidad.

¿Incoherente? Muchos estamos tan convencidos de que estas actuaciones -también la subida de sueldos para compensar las dietas que dejan de cobrar los miembros del Gobierno- son injustas, insolidarias y de una más que dudosa moralidad pública que igual no hemos caído en la cuenta de que para ellos no lo son. Si fuera cierto que la base sobre la que UPN-PP y PSN quieren cimentar la sociedad es la de valores como la solidaridad o la justicia, lo de menos debería ser cuánto ahorro supone cada medida. Hay un problema de fondo y de valores, no de formas y de dineros.

Leer en Diario de Noticias de Navarra.

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