Manu Ayerdi, parlamentario de Nafarroa Bai

Manu Aierdi, parlamentario de NaBai. GeroaBaizalea

ME decía el pasado jueves 10 el señor Miranda que el Circuito de Los Arcos necesitaba facturar unos 7 millones de euros al año para no perder dinero. A la vez, reconocía que la facturación estimada en el periodo 2011-2014 se situaría -espero que sin incluir subvenciones- entre 2,9 y 4,1 millones de euros al año. En 2010, la facturación, incluida una subvención del Gobierno de 350.000 euros, ascendió a 1,5 millones de euros.

Siguiendo la hipótesis del señor Miranda, imaginemos que la facturación media de estos 4 años sea 3,5 millones de euros. Veamos qué costes podemos tener y tratemos de estimar los resultados.

Hay costes fijos (sea cual sea la facturación son los mismos) y variables (proporcionales a la facturación). Los variables son los consumos de explotación, que en 2010 representaron un 65% de las ventas.

En los costes fijos se incluyen los costes de personal, los llamados Otros costes de explotación, los intereses de los préstamos y la amortización del circuito. Los costes de personal supusieron 0,5 millones de euros en 2010, año que empezó con 2 empleados y terminó con 12. Pensemos que con esas 12 personas es suficiente y hagamos la hipótesis de que nos cuestan 0,6 millones de euros al año. El concepto Otros costes de explotación incluye seguros, publicidad, asesores, alquileres… En 2010 ascendió a 1,3 millones de euros. Imaginemos que estos años puede estar en torno a 1,5 millones de euros.

En cuanto a la amortización del circuito (no la del préstamo, sino la técnica), con la vida útil estimada -discutible a mi juicio, ya que la urbanización y los viales se amortizan en 50 años- supondrá 1,3 millones anuales. Por otra parte, los intereses de los préstamos los estimo también en 1,25 millones de euros -36 millones al 3,5%-.

Comprobemos qué pasa en primer lugar con una facturación de 7 millones de euros. Tendríamos el 65% de consumos de explotación, 4,5 millones de euros. Y los costes fijos que sumarían 4,65 millones más. Es decir, 9,15 millones de euros. Perderíamos 2,15 millones. Sin embargo, el señor Miranda dice que con 7 millones empatamos. Imaginemos que el 65% de consumos de explotación de 2010 que he usado como base no es correcto. Para empatar, tendría que bajar, sin tocar los costes fijos, del 65% al 35% aproximadamente. Primera conclusión: no estaría mal revisar a fondo los planes de viabilidad que maneja el señor Miranda que le dicen que con 7 millones se empata.

Hagamos ahora los números para una facturación media de 3,5 millones de euros. Tendríamos un 35% -supongamos que es correcto- de consumos, es decir, 1,2 millones de euros, y tendríamos también 4,65 millones de costes fijos. En total, 5,85 millones de costes. Las pérdidas anuales serían de 2,35 millones de euros. En cuatro años, rondaríamos los 10 millones de euros. Segunda conclusión: también sería muy bueno comparar estos números hechos rápidamente con los planes de viabilidad que maneja el señor Miranda para estimar mejor el volumen de pérdidas previsibles para estos 4 años, ya que me parece que he sido optimista.

Si hablamos de dinero a poner cada año, sería mayor que las pérdidas anuales, ya que lo que hay que devolver de los préstamos es aproximadamente 1,3 millones mayor que la amortización técnica. Es decir, siguiendo mis números, habría que poner al año 3,65 millones de euros.

En resumen, a finales de 2010 se habían puesto 20 millones y pedido préstamos por otros casi 36 millones, en total 56 millones de inversión. A finales de 2014, con esos números, habríamos puesto 14,5 millones más (ya serían 34,5 millones) y nos quedarían por pagar 26 millones de préstamo.

Y llegamos ahora a la pregunta del millón: ¿qué hacemos con el circuito? Imaginemos por un segundo que lo cerramos. No tendríamos facturación, ni consumos de explotación, ni personal, ni otros gastos de explotación. Pero sí tendríamos que pagar intereses y devolver el préstamo. Siguiendo con mis números, pagaríamos 1,25 millones de intereses y devolveríamos 2,6 millones de préstamo al año, es decir, pondríamos 3,85 millones de euros.

Si mis números fueran correctos, pondríamos un poco más al año cerrando que manteniéndolo abierto y además dejaríamos de generar negocio en los alrededores -habría que ver cuánto en Navarra y cuánto en La Rioja-.

Conclusión final: como mis números están hechos demasiado rápidamente y sin el rigor suficiente, incluso pueden ser optimistas, sería bueno contrastarlos con los planes de viabilidad del Gobierno. Por eso, la medida más razonable es solicitar una comparecencia del consejero en el Parlamento para analizarlos y tratar de formarnos una opinión más sólida, eso sí, sin dejar cerrada ninguna de las opciones. Eso es lo que haré.

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