Las Españas s. XiX. Clica para agrandar

Rosa Díez defiende como prioridad para salir de la crisis la necesidad de revisar el actual modelo territorial para hacerlo «viable y sostenible».  La líder de UPyD, Rosa Díez, ha pedido hoy que se ponga fin a los «privilegios» de los modelos vasco y navarro, durante una conferencia en la que ha advertido del «efecto contagio» y de la «irresponsabilidad» que supone «parcelar» la fiscalidad de España.

Desde la discrepancia, se agradece la sinceridad de UPyD y de Rosa Díez. La española cuando besa…..Sería bueno saber qué opinan los de Rajoy, que en alguna ocasión ya se han manifestado en este sentido, y de la propia UPN que quiso en su día coaligarse con UPyD. Ahora va a resultar que «no son los vascos precisamente los que vienen….».

Díez ha hecho esta reflexión en un desayuno informativo, organizado por «Nueva Economía Forum», en la que, entre otras cosas, ha defendido, y fijado como una prioridad para salir de la crisis, la necesidad de revisar el actual modelo territorial para hacerlo viable y sostenible.

Para ello, ha propuesto un modelo de descentralización política que ha definido como «federalismo cooperativo», en el que el Estado recupere competencias básicas como la Educación, la Sanidad, el Medio Ambiente, los recursos naturales y las infraestructuras.

Ha insistido en que es el momento de «fijar los techos competenciales de cada institución y de cerrar el mapa político» en el marco de una reforma constitucional y ha abogado por estudiar algunos artículos, como los referidos al Concierto Vasco y a la Concertación navarra.

Unos puntos que «tuvieron sentido para constitucionalizar el nacionalismo, pero que han producido ruptura en la cohesión y son incompatibles con una economía globalizada», ha aseverado.

«No cabe seguir manteniendo la ficción de que hay territorios con derechos históricos que merecen mayor reconocimiento que los derechos de los ciudadanos», ha recalcado.

Y ha añadido: si «el modelo vasco y navarro no es extensible al conjunto de España, pues digamos, de una vez, que lo que no pueden disfrutar todos no es un derecho, sino un privilegio, y pongámosle fin».

Así, ha abogado por reformar la Carta Magna, con el máximo consenso y con luz y taquígrafos, para dotar de estabilidad al sistema, de forma que lo aleje «de la tentación pacto/pago permanente a cambio de unos votos».

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

quince − 2 =

*