Euskal astérix

Una vieja aspiración de Manuel Fraga era la «administración única» para organizar España, algo progresivamente compartido por círculos políticos y mediáticos mesetarios.

La Crisis podría ser una buena excusa para iniciar en esta Legislatura de mayorías absolutas. Una de las funciones de ZABALTZEN debe ser la de llamar la atención a la Navarra Impertérrita para que mantengamos una tensión positiva ante la amenaza para nuestro autogobierno, base de nuestro desarrollo social. Traemos en este post tres artículos que insisten en este tema:

1.- No se cansó Uxue Barkos de advertirlo en la última campaña electoral ante el 20 N, y de forma más pausada lo desarrolla en esta entrevista. (Leer la entrevista)

2.- J. Rekondo advierte en esta línea y propone una «unidad vasca de acción ante las propuestas de De Guindos». (Leer artículo)

3.- Nuestros compañeros zabalkides del Foro Er@gin firmaron un artículo de los de guardar poniendo la alarma sobre la Reforma Constitucional que – con prisas, «veranidad» y alevosía- aprobó el Congreso el pasado Agosto con el impulso de PSOE y PP y la complicidad- tan vergonzosa como innecesaria-de UPN. (Leer artículo)

Un comentario en «¿Es la Crisis una buena excusa para un proceso de «recentralización»?»

  1. Kaixo guztioi,

    Hoy debuto en el blog y quiero poner el primer pie en él agradeciendo a todos vuestra participación y opiniones ya que han sido el motivo de que me decidiera a participar. La diversidad de opiniones, sin duda, aporta riqueza, debate, aprendizaje y exploración de nuevos escenarios y posibilidades. Por tanto, gracias a todos.

    El segundo pie lo meto para mojarme y dar mi opinión. Me ha llamado la atención que pese a tener distintas opiniones y aspiraciones, sobre cómo van a suceder, todos estamos de acuerdo en una cosa: se avecinan cambios importantes.

    Los cambios son necesarios para adaptarse a los entornos dinámicos y son el motor de la evolución tanto humana como natural. El sistema es muy sencillo y lleva aplicándose desde que comenzaron las primeras formas de vida en el planeta: Ensayo y error, donde los errores se descartan y los aciertos aportan mejoras a la adaptación. Todo esto es posible gracias al historial que se va generando, genético en el caso de la vida y mental en el caso social. En ambos casos, para construir el avance hacia el futuro resulta imprescindible construir sobre el pasado. Es decir, sobre la historia de fracasos y aciertos que nos han traído hasta el presente. La sociedad que quiera sobrevivir ha de estar preparada para adaptarse. Mentalizarse al cambio y apostar por la diversidad y nuevos escenarios. Muere el tiempo en el que el poder de las naciones se mide en kilómetros cuadrados y nace la era del conocimiento, de las sociedades cualificadas y generadoras de bienestar.

    En mi opinión el verdadero cambio tampoco va a venir de Madrid, Rajoy, el POSE o el PP. No va a venir de la mano de las instituciones o administraciones estatales ni europeas, ni de los bancos o las empresas. El cambio está en cada uno de los ciudadanos que constituimos las sociedades. Somos los únicos capaces de hacer evolucionar nuestra mentalidad y en consecuencia la sociedad en la que vivimos.

    Para avanzar hacia nuevos escenarios deberíamos hacer una revisión de nuestro vocabulario. Ya que las connotaciones de ciertas palabras pueden desviar el significado de los conceptos a los que representan. Como ejemplo del cambio de mentalidad que en mi opinión flota en el aire, al igual que las respuestas de Dylan, os invito a reflexionar sobre 3 palabras que se han empleado en el foro: Etnia y niveles.

    Etnia
    Propongo cambiar la palabra etnia por la de CEREBRO SOCIAL porque es independiente de la procedencia, raza o apellido de las personas que se sientan parte de él. En eso radica su diferencia principal con la palabra etnia que según la RAE tiene connotaciones raciales.
    El término Cerebro social, a pesar de hacer referencia a uno de los conceptos más vanguardistas de la neurociencia actual, no aparece en la Real Academia de la Lengua Española. Sin embargo si buscamos las dos palabras por separado y juntamos sus respectivos significados podremos comprender el concepto al que me refiero.
    CEREBRO SOCIAL. (cerebrum sociālis).
    2. m. cabeza social (‖ juicio, talento, capacidad Perteneciente o relativo a la sociedad).
    3. m. Sociedad que concibe o dirige un plan de acción.
    4. m. Sociedad sobresaliente en actividades culturales, científicas o técnicas.

    El cerebro social vasco es hijo de la etnia vasca pero son dos conceptos totalmente diferentes.
    El Cerebro social hace referencia a la concepción de la sociedad y del entorno natural que comparte, independientemente de su procedencia o color, un grupo de ciudadanos europeos o, si lo preferís para no establecer fronteras ni resultar “etnicista”, de homo sapiens.

    Al margen de las aspiraciones que tengamos cada uno la existencia de un cerebro social vasco es una realidad en el mundo del Siglo XXI. Os invito a entrar en este link, publicado por DN, donde podréis comprobar cómo los nuevos mapas europeos se redibujan en mesas como la de “Standard and Poor´s” y demás tableros socio-económicos internacionales.
    https://www.diariodenavarra.es/noticias/navarra/mas_navarra/s_amp_justifica_que_navarra_pais_vasco_tengan_mejor_nota_que_espana_67761_2061.html
    La realidad que dibujan las nuevas fronteras europeas de riesgos y mercados coinciden, en nuestro caso, con una realidad cultural y política que algunos llevamos reivindicando 500 años y otros siguen llamando “entelequia vasca”. No hay más ciego que quien no quiere ver. Datos de este tipo y los resultados electorales dejan claro que en estas tierras se ha desarrollado un cerebro social diferente al español y además es lógico.
    Primero porque el pueblo español como tal no existe. Existen diferentes pueblos, algunos con su propio idioma, cultura y mentalidad, unidos y gobernados, algunos por la fuerza y otros no, por una idea de país, del Siglo XVI, que hoy Rajoy siente la necesidad de volver a subrayar con la recentralización porque la agrupación de los homo sapiens peninsulares no surge, ni ha surgido nunca, de manera natural.
    En segundo lugar porque la idea de España difiere profundamente del concepto vasco de la sociedad ya que se fundamenta en una concepción latina del poder. Un concepto piramidal de clases sociales avalado por el propio derecho que hoy nos legisla. Un derecho heredero del romano cuyo concepto de propiedad privada (Usus, fructus y abusus) difiere mucho del derecho pirenaico del que proceden nuestros, actualmente romanizados y raquíticos, fueros. Ésos que en pleno siglo XXI, pese a su debilidad práctica, son capaces de redibujar los mapas europeos actuales y nos han permitido llamar la atención de Standar and Poor´s por nuestra fiscalidad diferenciada. Esta realidad es consecuencia exclusiva de un sistema foral propio. Una constitución que recoge los usos y costumbres del esquema mental de nuestro pueblo convirtiéndose en la máxima expresión de nuestro cerebro social. Un cerebro social capaz de desarrollar una constitución cuya concepción de la organización social, hace más de 500 años, es mucho más igualitaria y justa en el reparto de los recursos naturales que la concepción latina y piramidal en la que se fundamenta la idea de España.
    No se trata, por tanto, de una cuestión de etnias sino de mentalidades.

    Niveles.
    El problema añadido de la mentalidad piramidal es que llega a hacernos concebir la realidad por niveles y mandos supremos. Creo que la democracia real esta muy alejada de la concepción por niveles de la sociedad. Niveles lleva implícito otras dos palabras que marcan el pulso político español donde todo se reduce a si el votante se siente arriba o abajo de la pirámide. Arriba y abajo, dos palabras que han terminado por traducirse o identificarse con otras dos: izquierda (PSOE) y derecha (PP). Esta vez con connotaciones políticas e ideológicas. Como resultado la riqueza de opciones políticas que es capaz de ofrecer la idea de España a la democracia se reduce a 2. Desde el punto de vista del cerebro social vasco nadie debería percibirse arriba o abajo de algo o alguien.

    En este sentido pienso que tanto la izquierda como el PNV también deberían reflexionar sobre éstas dos palabras, conceptos o ideologías. Porque mantienen una gran brecha entre los ciudadanos que creemos en el potencial de un cerebro social vasco común. Estudiando nuestros abolidos Fueros, en busca de aciertos y errores, uno puede darse cuenta de que el pueblo navarro ya era social antes de que naciera Marx, Carrillo fundará el partido Comunista o Sabino Arana sentará las bases de su concepción de Euskal Herria. Seguir clasificándonos en términos de izquierda y derecha es repetir errores del pasado que nos enfangan en unos esquemas jerárquicos y clasistas que parecen directamente importados de la esfera mental piramidal (sea española o Zarista) fundamentada en las pegajosas palabras arriba y abajo que no nos dejan avanzar hacia un futuro soberano. Es imposible que la soberanía de nuestro pueblo venga de la mano de una sola de estas ideologías porque un pueblo lleva implícita la diversidad ideológica. La soberanía llegará del consenso entre todas las ideologías que conforman nuestra sociedad. De un cerebro social común. Creo que sería más interesante que trabajásemos todos juntos en actualizar aquellos conceptos que nos dieron cohesión interna y distinción en el panorama político internacional durante siglos que perder el tiempo en guerras ideológicas que nos separan como pueblo y en consecuencia de la soberanía. Pero bueno este tema es dan delicado y profundo que nos desviaría demasiado de la línea argumental que estamos tratando.

    Conclusiones:
    Estoy de acuerdo con Joseba en que la cúspide no debe ser Europa. Tal y como reza el lema de los infanzones de Obanos o el propio monumento a los fueros Navarros La cúspide somos los ciudadanos. Conceptos aparentemente antiguos pero que cada vez cobran más vida en los nuevos tiempos y que pueden servir como modelo de referencia para alcanzar un modelo de sociedad más justo e igualitario. Obviamente no hablo de volver a la edad media sino de actualizar y adaptar su diseño y vocabulario a los tiempos de hoy pero sin perder su esencia o fundamento. Es decir, la capacidad de decisión de los ciudadanos o vecinos de una comunidad. Por eso, en mi opinión la alternativa a Europa somos nosotros mismos. Nosotros decidiremos como construir o que papel adoptamos en la nueva era tal y como lo hacen otros grupos de homo sapiens establecidos, con su cerebro social propio en lugares como Islandia, Escocia o el pueblo flamenco en el propio corazón de Europa.

    Es cierto que hoy España obedece las instrucciones del mando supremo: Europa, o mejor dicho Alemania y Francia. España es cada día menos estado, tiene menor soberanía pero no por que este cediendo a “la creciente gobernanza común” sino porque su incompetencia innata para crear riqueza, si no es a base de subvenciones europeas o al oro expoliado a Suramérica, le posiciona con escaso o nulo peso específico en las decisiones adoptadas en Europa. Hoy ya no valen los discursos patrióticos, ni que la selección gane el mundial, ya no sirve la mentira. Hoy en día hablan los datos, las cifras y las gráficas. El socio europeo más fuerte, por cierto de naturaleza federal, pronto tendrá que deshacerse de socios improductivos y buscar socios fuertes y fiables. Es decir, capacitados y avalados por resultados.

    La idea piramidal que suele dibujar la ciencia ficción de un planeta gobernado por un único emperador en el que se impone un único idioma no solamente esta trasnochada sino que es utópica, tal y como demuestra la sucesión de imperios errados que han intentado establecer la mayoría de las civilizaciones. Tanto en biología como en economía la diversidad ofrece mayor probabilidad de éxito y adaptación. Según nuestro historial las diferentes culturas enriquecen la diversidad humana y la imposición de imperios la empobrece. Establecer pirámides despierta la ambición humana y no precisamente por cultivarse, aprender y conseguir una buena calidad de vida para si y sus vecinos, sino para escalar sobre ellas y si, es posible, derrocar al de arriba y sustituirle. Ya que como es lógico nadie quiere estar abajo. Se trata de un bucle sin fin.

    En la era del conocimiento las jerarquías oligarcas deberían sustituirse por organigramas donde los niveles no ostenten privilegios o poder absoluto sino responsabilidades, conocimiento y capacidad de liderazgo. No creo que funcione una Europa centralista, basadas en un sistema en el que nuestras administraciones sean meros instrumentos ejecutores de las decisiones tomadas en las cúspides de pirámides lejanas. Desde nuestros pueblos y ciudades deberíamos poder acordar nuestras relaciones y decisiones con el resto de pueblos y regiones implicadas en los temas que nos afecten al conjunto.
    Es evidente que las fronteras europeas están cambiando. Por eso creo que mantener las fronteras de esa gran nación que fue España ya no tiene sentido. Resulta improductivo y caro de mantener como la mayoría de los intermediarios. La idea de España ya no es un buen socio para el desarrollo de las potencialidades del pueblo vasco, quizá lo fuera en el pasado, discutible, pero ya no lo es.

    En ese sentido creo que, tanto si nos concebimos como una provincia europea más o como una nación o Estado Unido a Europa, es evidente que el nacionalismo vasco, va a tener mucho que decir como portavoz de un pueblo de demostrado abolengo europeo capaz de generar unos resultados mejores que los de la media española y parte del resto de los estados miembros. Los ciudadanos que compartimos un mismo cerebro social deberíamos tener derecho a que nuestros representantes tengan voz propia en Europa para poder intervenir en las decisiones que afectan a nuestro futuro y calidad de vida. Obviamente la única forma de que esto sea posible es mediante la soberanía, pues nuestra voz se diluye en la organización del estado español sin acceso real a las altas porciones de la actual pirámide europea.

    Por tanto los únicos agentes capaces de llevar a cabo esta tarea son los partidos nacionalistas actuales o los que podamos reorganizar en el futuro, como creo que esta sucediendo en Nafarroa gracias a alternativas como Geroa Bai e iniciativas ciudadanas como Zabaltzen, capaces de cambiar o despertar el cerebro social vasco adormecido en el interior de muchos ciudadanos europeos que viven entre el Adour y el Ebro.

    “Pro libertate patria, gens libera state»(Pueblo Navarro)
    “Navarre shall be the wonder of the world” (William Shakespeare)
    “The answer, my friend, is blowin’ in the wind”(Bob Dylan)

    Onentzaro

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