Ejecutiva de Zabaltzen

Quienes durante décadas hemos ansiado el Cambio en Navarra éramos conscientes de que no hablábamos sólo de la manera de gestionar los presupuestos públicos, y de que el motor del Gobierno del Cambio era y es sociológicamente “POLÍTICO”.

 

El tipo de Transición del régimen anterior al democrático, que se dio en las comunidades de mayoría antifranquista, quedó truncado de manera singular en Navarra; específicamente cuando UPN acabó liderando un gobierno derechista en una Navarra de mayoría progresista. En los siguientes 20 años, el azote del energumenismo de ETA por una parte y un socialismo navarro –postGestora- entregado a la derecha por otra, permitieron que UPN liderara el camino de tránsito del foralfranquismo de sus fundadores con la nueva realidad constitucional. De la mano y con el apoyo en la sombra de las élites navarras “de siempre”.

 

Las Españas. Clica para agrandar

No hay que olvidar que UPN nació formalmente para eliminar de la Constitución un derecho singular de los navarros. Efectivamente ésta no permite la federación o unión de Comunidades con la única excepción de los Territorios Forales (esto es, Navarra y Comunidad Autónoma Vasca). Y Miguel Sanz lo explicaba claramente: “si el día de mañana los navarros entran en demencia y se vuelven locos, pueden mandar al traste la identidad del viejo Reino”. Esto es, UPN nació para imponer su manera de vivir la navarridad, y para impedir que “nuestro futuro sólo dependa de la voluntad de los navarros y navarras en el ejercicio de su libertad”, que es la aspiración de quienes vivimos nuestra navarridad de otra manera.

Bajo la apariencia de la “defensa de NUESTRA identidad”, UPN iba a liderar dos movimientos estratégicos:

  1. El fáctico.- De acuerdo con las élites españolas para desarrollar el concepto sistémico de que “Navarra es cuestión de Estado” y liderar aquí un modelo único en España; lo que M. Sanz bautizó como “la Navarra de los Quesitos”: el único frente identitario de todo el Estado con la derecha y el socialismo postGestora que impedía la conformación aquí de una mayoría progresista .
  2. El sociológico.- Para asentar en la sociedad navarra “anormalidades” sociológicas que no tendrían un pase en sociedades democráticas avanzadas, y que han servido para afianzar arquetipos identitarios, culturales, institucionales y mediáticos “normalizados” por la Navarra uniforme del Régimen, y que contrastan con la Navarra plural, vital y diversa de la realidad. Esa división entre “navarros comodiosmanda” que Impone modelos, e Impide que “navarros raros o poconavarros” puedan legítimamente dirigir las instituciones navarras, si así lo decide su sociedad. El “¡Fuera los demás!” de los militantes de UPN de Viana resume a la perfección su visión de nuestra sociedad.

Mirémonos en el espejo navarro ¿Es que acaso es “normal” que hayamos sido hasta ahora la única Comunidad sin una Oficina para Víctimas de la violencia de raíz política, como el terrorismo? ¿Qué institución europea mantendría en el centro de su capital un mausoleo dedicado a exaltar a los autores intelectuales de asesinatos y promotores del terror a una parte de su propia sociedad, como “los Caídos”? ¿Qué tipo de cálculo político y ético ha cultivado y “normalizado” la desMemoria de tantas décadas desde nuestros gobiernos navarros anteriores?

Enmarcado en el cambio político este Gobierno ha creado la primera Dirección general de Paz y Convivencia en Navarra. Y, desde las bases de Verdad, Justicia y Reparación para todas las víctimas de la violencia injusta e ilegítima de raíz política, apuesta por una Memoria Integral que alcance al arco temporal de las actuales generaciones vivas. Tanto del terrorismo de ETA, como del terror del 36, la violencia ilegítima oficial, o el de grupos de extrema derecha. Sin equidistancias sectarias, con integralidad; mirando al pasado de manera crítica, con paciencia y decisión ante los reclacitrantes; y poniendo en el centro de la acción social e institucional a quienes más han sufrido, de manera individual con sus nombres y apellidos. Y desde luego mirando al futuro y a las generaciones más jóvenes desde la Etica y los Valores: dentro del Programa de Escuelas por la Paz y la Convivencia se está trabajando con toda la comunidad educativa (profesorado, alumnado y familias) en las que han participado ya 3.000 personas con un total de 57 centros.

 

Sigamos mirándonos en el espejo social navarro ¿Es que acaso podríamos considerar “normal” que las mujeres, o las parejas y sanitarios en Navarra tuvieran vetado el ejercicio de derechos de ámbito estatal como el de interrupción del embarazo? ¿Es normal aplicar al conjunto de la acción pública principios de moralidad de ámbito privado?. Imponer e Impedir, el sello político del Régimen.

Con el Gobierno del Cambio se ha acabado con el tener que ejercer en clandestinidad o tener que viajar fuera de Navarra. Este gobierno está impulsando una nueva política de salud sexual y reproductiva para atender a una nueva realidad social; un abordaje integral de la atención a la salud sexual y reproductiva superando tabúes, que hasta ahora han supuesto una restricción a un acceso normalizado a prestaciones que son estrictamente sanitarias. En el ámbito de la igualdad este Gobierno es consciente de que también afrontamos un gran reto hasta desterrar de nuestra sociedad actos y actitudes sexistas.

Pero es bajo la apariencia de “la defensa de nuestra Identidad”, el escenario en el que la derecha prefiere jugar sus armas y su batalla política ¿Nos puede parecer “normal” que teniendo dos lenguas propias, seamos la única Comunidad en Europa que haya legislado para limitar el uso, acceso, aprendizaje y desarrollo de una de ellas? ¿O la inversión de dinero público navarro para impedir que se vea la ETB o impedir la legalización de Euskalerria Irratia durante 28 años? ¿Se puede admitir como “normal” que se hagan Convenios con Rioja o con Aragón, y se veten y excluyan relaciones con la CAV o la Eurorregión tan favorables o más para la sociedad navarra que los otros convenios?

¿Es normal que en el caso de nuestra extinta banca pública, la CAN, se llegaran a excluir salidas o soluciones de fusión por las mismas obsesiones identitarias? ¿Somos conscientes de que la misma UPN que quería la Laureada franquista en nuestro escudo y bandera (“una condecoración que unos navarros supieron ganar con valor físico y moral”), y la misma UPN que desde 2003 impedía y castigaba la autonomía municipal en sus balcones, es quien monta el pasado Junio el esperpento de “defender nuestros símbolos” de un enemigo tan necesario para ellos como inexistente en la realidad?

UPN impone su manera de vivir la navarridad como expresión de un nacionalismo español trasnochado: extranjerizando lo vasconavarro, y con un castellanismo supremacista que limita el uso del euskera como lingua navarrorum. En definitiva impide las otras maneras de vivir la navarridad, por otra parte consustanciales a la sociedad navarra de siempre. De nuevo queda patente el estilo político del Regimen: Imponer e Impedir.

Sin cambiar la Ley del Vascuence, este gobierno ha expresado en ley la voluntad de 44 municipios navarros de cambiar de “Zona” para que sus habitantes ganen en derechos lingüísticos. Y la actual mayoría parlamentaria ha eliminado el castigo y las multas para la autonomía municipal que UPN había legislado en 2003 con su Ley de Símbolos. Y UPN se ha apresurado a denunciar de manera enfermiza “una hoja de ruta para euskaldunizar Navarra y llenarla de ikurriñas que favorezca la anexión a Euskadi”.

Abrir donde otros cerraban, no imponer, posibilitar donde otros impedían. Esa es la apuesta de este gobierno. En Geroa Bai apostamos desde que nacimos por impulsar la coexistencia institucional de las diferentes maneras de vivir la navarridad; algo que ya existe en la vida real entre navarros y navarras. No se le puede pedir a nadie que “cambie de patria”. No imponer, no impedir.

Pero no perdamos perspectiva. A la sombra de la aparente “defensa de NUESTRA identidad” liderada por UPN creció el estudiado y documentado “Corralito Foral”; una versión menos noble de esa Navarra uniforme usufructuada por las élites económicas navarras y sus necesarios colaboradores. Por eso cuando UPN habla de “recuperar Navarra” en 2019, lo dice con propiedad, y en todos sus sentidos.

2015 ha traído importantes cambios que han afectado a la parte fáctica y a muchas cuestiones de Estado, tanto en España como en Navarra. Y la reciente victoria de Pedro Sánchez en el PSOE anuncia el giro del PSN para renunciar a favorecer en el futuro a la derecha navarra. Y así lo corrobora recientemente la portavoz del PP navarro llamando al PSN “a seguir votando como un solo hombre” con la derecha navarra. Un artículo que recomendamos leer y guardar.

Estamos en la mitad de la Legislatura del Cambio. En la forma de gestionar y elegir prioridades ya hemos roto mitos, y la sociedad juzgará en 2019. Pero probablemente la mayor diferencia del Gobierno del Cambio con respecto a la derecha sea la manera de contemplar y gestionar la democracia. Un Cambio histórico porque éste es el primer Gobierno de Navarra sin relación con las élites que han pastado en los arquetipos y “anormalidades” descritas.

Acabar con lo fáctico en lo institucional, y trabajar en lo sociológico con diálogo y empatía social entre diferentes. Con el espejo retrovisor para no olvidar de dónde venimos, y con horizonte ilusionante para construir y representar al cauce central mayoritario de la sociedad navarra. Empeñados en construir en nuestra Comunidad, Navarra, una nueva centralidad que integre lo que hoy representa sociológicamente el Cuatripartito y a la que, en nuestra opinión, también debería incorporarse lo que representa sociológicamente el nuevo PSN. Una nueva centralidad progresista en lo social, abierta y tolerante en lo político y con coexistencia natural de identidades en la forma de vivir y proyectar la navarridad.

Publicado en Diario de Noticias. 

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