Entrevista a Santiago Cervera

[box type=»alert» size=»large» style=»rounded»]Publicamos una entrevista que Diario de Noticias realizó a Santiago Cervera, y en la que la corrupción sistémica y el caso Caja Navarra (CAN) ocupan el centro de la misma. A pesar de la largura, la entrevista no tiene ni un párrafo de desperdicio. La estimable locuacidad de un político que se atrevió a denunciar el «régimen» que impera en Navarra desde un partido de orden le llevó al banquillo y al reconocimiento transversal de las personas que aspiran a la limpieza democrática en Navarra, más allá de las propias siglas. Una entrevista para leerla entera, divulgarla y guardarla.[/box]

Santiago Cervera
Santiago Cervera

La mañana del 9 de diciembre de 2012 cambió para siempre la vida de Santiago Cervera. Diputado y miembro de la Mesa del Congreso, era detenido por un presunto intento de chantaje al entonces presidente de Caja Navarra, José Antonio Asiáin, cuando creía recoger unos papeles confidenciales en una rendija de la muralla de Pamplona. Un suceso propio de una novela policíaca sobre el que año y medio después siguen pendientes muchas más incógnitas que certezas, y por el que Cervera se sentará en el banquillo de los acusados el próximo otoño. Asiáin, único acusador una vez que la Fiscalía y Kontuz! han pedido la absolución, reclama 14 meses de cárcel por amenazas.

¿Cómo lleva todo esto?

-Creo que estoy aguantando con la suficiente fortaleza. Lo de la instrucción y el juicio me sigue resultando triste, pero intento llevarlo lo mejor posible

¿Le ha cambiado mucho la vida?

-Se me han derrumbado algunas cosas en las que había basado mi vida. Una carrera política y una manera de emplear mi tiempo y mis preocupaciones. Pero es una destrucción constructiva. He podido encontrar otro tipo de retos profesionales y personales, saber quiénes son realmente mis amigos. Cuando lo contemple dentro de unos años pensaré que esta etapa, aunque está siendo muy dura, ha servido para algo. Es con lo que me quedo.

¿Le condiciona profesionalmente su situación personal?

-No demasiado. Estoy trabajando en el ámbito de la tecnología sanitaria, un mundo impresionante donde me encuentro encajado. La gente del sector que me conocía antes sabe que soy una persona íntegra, de fiar y que sabe de sanidad. Con algunos sigo haciendo proyectos y trabajos. En ese sentido, creo que la receptividad sigue siendo la misma.

¿Qué le dicen por la calle?

-Todos, incluido yo, sabemos que hay una serie de interrogantes que no están resueltos y que probablemente nunca se resolverán. Pero desde luego lo que me he encontrado por la calle es gente que cree mi versión, que me para, me pregunta y me da ánimos porque sabe que soy víctima de una trampa.

El día que se supo que iría a juicio dejó escrito un críptico mensaje en su cuenta personal de twitter: «Abalone». ¿Qué significa?

-Abalone es un juego de estrategia. Lo que venía a significar es que terminaba una etapa en la que he estado a disposición de la investigación de forma incondicional. Presenté mi dimisión para no servirme del burladero que ofrece el aforamiento y me puse en manos del juez natural de Pamplona. Incluso he renunciado a derechos constitucionales mostrando todos mis correos electrónicos y mensajes de móvil. Pero esa etapa ha terminado.

¿Hay un cambio de estrategia?

-Se ha decidido abrir juicio, y no me voy a limitar a mostrar los elementos de mi defensa. Se me ha puesto una trampa porque para algunas personas tenía un sentido y un interés. Es el momento de hablar de eso. De explicarlo dentro de las circunstancias del caso y los motivos que me llevaron a la muralla aquella mañana del 9 de diciembre. Ya no se trata solo de facilitar la investigación, sino de poner de manifiesto por qué me han tendido una trampa. En su sentido más amplio.

¿Se han equivocado de estrategia?

-Hicimos lo que había que hacer, facilitar la instrucción, entre otras cosas para que nadie pensara que estaba intentando ocultar nada. Ha quedado acreditado que no hay nada que me relacione con los mails, que cuando se crea la cuenta de correo electrónico y Asiáin recibe el correo yo estaba en la calle sin conexión a Internet. Pero durante el juicio no solamente vamos a hablar de estas cosas.

¿Qué le parece la labor del juez?

-Ha sido una instrucción durísima y muy severa, en la que se ha puesto en solfa toda mi vida. Se me han analizado los 8 dispositivos electrónicos que he utlizado los dos últimos años, se han mirado todos mis correos y mensajes personales, se me han investigado movimientos económicos de año y medio antes de los hechos. Comparemos eso con otras instrucciones judiciales. Sin embargo, y pese a que no ha aparecido ningún elemento incriminatorio, se decide sentarme en el banquillo. Es difícil de aceptar.

tomado de PPnavarro
tomado de PPnavarro

¿Por qué sostiene que le han puesto la trampa?

-Era evidente que yo era una persona incómoda por la actitud que había tenido con Caja Navarra. Sobre todo para quienes argumentan que solo critican a Caja Navarra quienes no creen en Navarra. Yo era la excepción. Por ese motivo era una persona a la que había que retirar cualquier inquietud sobre Caja Navarra. También pueden haber influido otras cuestiones de índole político que gravitan sobre el caso y que conducen a lo que me ocurrió.

¿No sabe quién ha sido?

-Si yo lo supiera, lo hubiera manifestado al juez y a las fuerzas de seguridad. Desgraciadamente, todos los medios de investigación policial de este caso se han dirigido hacia mí, y no hacia otras posibilidades de investigación que el caso ofrecía. No sé quién me tiende la trampa, pero sí sé que había personas interesadas en que Santiago Cervera sufriera una situación como esta.

Pero tendrá sospechosos.

-Hay dos elementos que intervienen aquí. Uno relativo al entorno de Caja Navarra en un sentido amplio. Los depositarios de las acusaciones que yo hice. Pero también hay un plano político que no es desdeñable. Hubo una persona del PP en Navarra muy activa después de mi detención.

¿Se refiere a Eloy Villanueva?

-Sí, estoy hablando de Eloy Villanueva. Es una persona que a mí me ha engañado gravemente en no pocas ocasiones, y es digna de sospecha. Desde luego tendría que dar muchas explicaciones de su comportamiento conmigo. Tengo acreditado que difundió aspectos falsos que condicionaron la forma en la que se desenvolvieron los hechos en las horas sucesivas a mi detención, incluida por supuesto mi dimisión.

Eloy Villanueva
Eloy Villanueva

¿Ha hablado con él?

-No. La última vez fue antes del congreso del PPN, en mayo de 2012.

¿Se siente abandonado por el PP?

-Sobre el PP no voy a decir ni una mala palabra. Hay decenas de miles de personas en el PP que trabajan y quieren lo mejor para su país. Cuando a mí me ocurre esto, recibí cientos de llamadas del PP, incluyendo ministros, presidentes de CCAA, miembros de la dirección del PP, diputados y senadores. Muchos de ellos me siguen mandando mensajes preguntando qué tal me va.

Sin embargo, fue sorprendente la premura con la que la dirección del PP se desmarcó de usted.

-Quiero distinguir el PP con lo que hizo Cospedal. Cuando el día siguiente a la detención adopta un tono severo contra mí lo hace instigada por la organización en Navarra, sin que previamente me hubiera pedido explicación alguna. Y si Cospedal lo hace así es porque sabe que eso también favorecía los intereses de la UPN de Barcina.

La actitud, desde luego, contrasta con la que mantiene ahora con muchos casos de corrupción.

-Lógicamente es más fácil ponerse severa conmigo y condicionar mi dimisión inmediata que, por ejemplo, con la alcaldesa de Alicante, imputada por casos de corrupción. Sabía además, porque yo ya lo había dicho, que iba a presentar mi dimisión.

¿Cree que Barcina intercedió para quitarse a usted de en medio?

-Eso no lo sé. Pero mis desencuentros con Cospedal venían de antes. Antes del congreso de mi relevo intente hablar con ella para explicarle la situación del partido en Navarra y mis ideas para el futuro. Mi apuesta por un partido con un perfil propio y diferenciado. No quiso hablar conmigo, y en lugar de un PP que fuera capaz de aprovechar el declive de UPN que ya se apreciaba entonces, y que ahora se ha acreditado, se apostó por un partido al servicio de la UPN de Barcina. Y esa fue una decisión de Cospedal y Floriano.

¿Cree que le pasó factura?

Bueno, tras mi detención el presidente del PPN todo lo que dijo fue que el tema era muy raro. Sin embargo, cuando aparece el caso Goicoechea, reclama presunción de inocencia. La actitud fue opuesta, y eso que era una persona de otro partido.

Su otro foco de sospecha es el entorno de Caja Navarra. ¿Apunta a Enrique Goñi, a José Antonio Asiáin, o al Gobierno de Navarra?

-No voy a dar nombres, entre otras cosas porque las personas que cita no las veo capaces de organizar este asunto. Pero sí es posible que quien haya instigado la trampa no la haya ejecutado, o incluso que alguien la haya ejecutado pensando que complacía a alguien. Lo que sí tengo claro es que si hubiera atendido a los cantos de sirena y mi actitud hubiera sido distinta y acomodaticia, seguramente no estaría así.

¿Le pidieron que bajara el tono?

-Muchas veces y en muchos entornos. Determinados empresarios, en la ejecutiva del PPN, y desde luego desde la propia dirección y el consejo de administración de Caja Navarra mediante la complacencia fácil.

¿Le ofrecieron algo a cambio?

-Recuerdo por ejemplo una reunión en una sala del hotel Villa Magna de Madrid. Una reunión donde escuchabas muchas cosas favorables y posibilidades de futuro, siempre y cuando aceptaras entender que el desbarre que estaba pasando en Caja Navarra no era realmente un desbarre. Claro, cuando te intentan meter en el redil de esa manera, te das cuenta de que las cosas son peores de lo que has querido denunciar.

¿Quién le hizo ese ofrecimiento?

-No lo voy a decir. Pero cuando él lo lea seguro que lo recuerda.

¿Siente que el tiempo le ha dado la razón en sus críticas?

Lamentablemente sí. Dije que Caja Navarra iba a ser malvendida, que estaban pasando cosas vergonzosas, que había que explicar las dietas, y ahí están los hechos.

Llama la atención que con todo lo que ha pasado el único que acabe en el banquillo sea Santiago Cervera.

Yo soy el que se sienta en el banquillo, y quienes son los responsables de que la Caja se haya volatilizado quieren pasar ahora por personas respetables y honorables. Personas que ocupan importantes cargos en consejos de administración en el entorno del grupo La Caixa, y que incluso llegan al extremo de asociarse en un think tank para decirnos a los navarros lo que tenemos que pensar. El nivel de desvergüenza es sorprendente.

¿Habrá nuevas revelaciones durante el juicio?

-Lógicamente me voy a defender, hablando de por qué la trampa es verosímil y solicitando testimonio bajo juramento de varias personas.

¿A quién van a llamar?

-Pediremos la presencia de Asiáin, de Goñi y por supuesto de Villanueva para que digan por qué les era incómodo. También la de los responsables del dispositivo que me detuvo.

¿Por qué los agentes?

-Aquí nadie se ha preguntado por qué a mi me detiene una unidad de la Guardia Civil de al menos 6 agentes que llevaban vigilando el señuelo al menos dos días seguidos. Algunos además miembros de la unidad antiterrorista. Es un despliegue incomprensible en relación con el caso. Me pregunto si a otra persona con un correo como el que recibió Asiáin también se le dispone un dispositivo de esas características. Quiero saber quién instigó ese dispositivo, y qué se quería ocultar así.

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¿Cree que fue una decisión política?

-No, pero sí que alguien intentó generar un dispositivo abrumador. Yo quiero respuestas, saber quién diseñó el dispositivo, por qué Asiáin llamó a Goñi antes de presentar la denuncia, y qué papel jugó el servicio de seguridad de Caja Navarra entre el día que Asiáin recibe el mail y mi detención.

¿No es muy compleja esta versión?

-Es compleja en parte, por cómo ha salido. Pero es un hecho muy sencillo de organizar. Solo hace falta conocerme bien, mandar dos correos y esperar.

¿No cree que quedan lagunas? A fin de cuentas, el principal indicio es que usted acude a la muralla.

-No es el principal, es el único. Y tiene muchos contraindicios, como que tengo un correo electrónico que me invita a ir, o que mi correo lo escribe una persona distinta al de Asiáin. Es claro y evidente que había una cierta organización detrás.

En opinión del juez instructor, su actitud aquel día refuerza la teoría del chantaje.

-Esa es una apreciación subjetiva. Mi reacción fue de shock cuando veo a un agente que me detiene pistola en mano. Lo único que hago es pedir que se agilice el trámite de la detención y salvaguarden mi identidad.

Sin embargo, fue solo, nadie sabía que había recibido el correo…

-Es verdad que fui un imprudente, y que cometí un error. Pero forma parte de mi carácter, y quien me conoce sabe que soy personalista y que hago las cosas como las hago. Pero no soy ningún chantajista, nunca se me hubiera ocurrido hacer lo que se me ha querido atribuir.

¿Tenía problemas económicos?

-No. No tengo ni hipoteca ni hijos. Vivía de una forma cómoda con un sueldo muy superior a la media y un régimen de gastos adaptado a mis ingresos. Ni tengo adicciones, ni soy ludópata ni nada. Tener más o menos dinero en la cuenta no es ningún índice de culpabilidad.

¿Cómo valora el tratamiento mediático que ha recibido el caso?

-Es otra cuestión aberrante. Se han divulgado detalles de una forma absoluta. Una de las partes ha dado el sumario entero a determinados periodistas, con mis cuentas corrientes, mis llamadas telefónicas y otras cuestiones de índole personal. Se ha jugado con esta cuestión.

¿Le preocupa que el juicio se convierta en un espectáculo mediático?

-Por supuesto que sí. Ya lo ha sido la instrucción, y en el juicio se buscará lo mismo. Intentaré salvaguardar mis derechos, que han sido vilipendiados durante la instrucción, relatada al detalle.

¿Prevé una acusación agresiva?

-Sí, más incluso de lo que ha sido hasta ahora. Ha jugado con una estrategia de incriminación pública que pretendía derrotarme desde el mismo día de la detención. Su único objetivo ha sido sentarme en el banquillo por encima de las evidencias.

¿Cree que hay algo personal?

-El señor Asiáin es una de las personas a las que yo he criticado. Ha sido presidente de Caja Navarra los dos años en los que la entidad se ha volatilizado, y es una de las personas que más explicaciones debería dar a la sociedad navarra. Lógicamente, si sitúa en mí la culpabilidad de los hechos, queda como víctima, y no como responsable. Es clara su estrategia, como la de Enrique Goñi. Para ellos es fabuloso tenerme como el culpable.

Kontuz!, que ha ejercido la acusación popular, finalmente ha pedido la absolución y ha quedado al margen. ¿Han colaborado en este proceso?

-No hemos tenido ninguna relación ni he condicionado su actuación.

¿Qué le parece su actuación en todo lo relacionado con Caja Navarra?

-Está mostrando interés en esclarecer lo ocurrido en Caja Navarra. Una actitud cívica de transparencia y responsabilidad que me parece absolutamente necesaria. Espero que ayuden a aclarar las cosas.

¿Se le pasa por la cabeza que le puedan sentenciar culpable?

No, de ninguna manera. Creía que esto se iba a resolver mucho antes. Que haya durado la instrucción año y medio me parece asombroso.

Las dietas eran solo alpiste para políticos en el entorno clientelar de Caja Navarra.

El embrollo judicial en el que anda metido no impide a Santiago Cervera mostrar su crítica visión sobre la desaparición en Caja Navarra, algo sobre lo que cree que queda mucho por saber y que confía en que se pueda aclarar algún día.

¿Como ve desde la distancia el final de Caja Navarra?

-Caja Navarra no solo era la caja más solvente de España, también la más socialmente arraigada. Pero había dos cosas ahí dentro, dinero y opacidad. Los órganos de dirección adoptaban las decisiones sin comunicarla a la sociedad. Ahora hay que ver por qué ha desaparecido la Caja, qué intereses particulares se han superpuesto a los generales de la institución.

¿Las dietas son solo la punta del iceberg?

-La atención pública se ha centrado en las dietas, pero eso era el alpiste de unos pocos políticos. Se estableció un entorno clientelar en el que se anteponían intereses personales a los de la entidad, y del que solo conocemos una parte. La desaparición de Caja Navarra no tiene que ver con el tsunami financiero, sino con la gestión basada en intereses clientelares.

¿Quiénes han sido los beneficiarios?

-Desde la empresa editora de un determinado medio informativo de Navarra hasta intereses particulares cercanos al consejo de administración. Pasando por el propio ego de quien dirigía la entidad. Solo por esto último se entienden cosas como la oficina de Washington o el alumbramiento de Banca Cívica y su frustrada salida a Bolsa.

¿También intereses políticos?

-Desde luego UPN y PSN tienen la responsabilidad conjunta de lo ocurrido, pero es llamativo el interés que tiene el PSN en no investigar Caja Navarra. Son evidentes los intereses del partido socialista en Navarra y a nivel nacional. No es casualidad que el socio que se elige para la fusión sea CajaSol, que alojaba el núcleo duro del poder económico socialista andaluz.

¿Cómo valora el proceso judicial en sus diferentes vertientes?

-Con las dietas ya vimos lo que pasó. Al final el aforamiento de Yolanda Barcina no solo le sirvió a ella para evitar la imputación, también para que otros que ya lo estaban lo dejaran de estar. Comparado con lo mío resulta difícil de entender. Además, ya se está enunciado la teoría que una cosa es la exigibilidad judicial y otra la ética. Que puede haber comportamientos feos, pero que no son delito. Y la está propagando un determinado medio de comunicación que ha tenido interrelaciones económico-financieras con Caja Navarra durante los últimos años, y que también ha contribuido a su desaparición.

¿Cree que algún día llegaremos a saber que ha ocurrido?

-Espero que sí. Aunque no sé cómo. El Parlamento ha demostrado su incapacidad, la investigación judicial tiene su limitaciones. Me hubiera gustado ver una especie de comisión de la verdad, con un grupo de comisionados encargados de elaborar un estudio y conocer hasta la acceder hasta la última factura. El asunto lo merece.

¿Quién el responsable de todo esto?

-No hay un solo. Desde luego lo son quien hizo lo que hizo, el que se lo permitió y quienes desde el entorno social, económico y mediático lo apoyaron.

¿Cree que la sociedad es consciente?

-Yo creo que sí. La gente no es tonta, sabe lo que ha ocurrido y quienes son sus responsables. No saben cómo ha ocurrido, faltan los detalles, que pueden incluso constituir categoría jurídica.

¿Tendrá repercusiones electorales?

-Sin duda. Quienes se han cargado la primera institución financiera de Navarra son los que decían que eran especialistas en Navarra.

¿Qué Navarra nos va a quedar después de las elecciones?

-No lo sé. No veo ningún proyecto político ni económico que merezca tal consideración. Navarra vive una etapa histórica de decadencia. No solo socioeconómica, también política. Pero no hay una propuesta política de futuro. Me da mucha pena

¿No basta con un cambio de caras?

-No, hace falta cambiar las actitudes. Esta es una legislatura perdida.

¿Como ve el escenario electoral tras las próximas elecciones?

Las elecciones europeas han abierto nuevas dimensiones políticas, muy distintas a las de los últimos años. La sociedad ya no confía en los dos modelos que han sido mayoritarios y están buscando otras alternativas, que son insolventes pero que la gente percibe como una agarradera. Hay que darse cuenta de que han cambiado muchas cosas.

¿Ve a Barcina de candidata?

-Ella sabrá qué hace, pero se debe dar cuenta de que si no tiene el apoyo de su propio partido, y que no se van a batir el cobre por ella en la campaña. Pero que haga lo que quiera, se presente o no, no voy a votar a UPN.

¿Y a quién votará?

-Siempre voto. Vote en las europeas y votaré en las forales. Lo haré por quien hable con claridad y muestre coraje para resolver los problemas que de verdad hay. Lo único que espero es que alguien hable con normalidad, sin trastienda, y diga claramente que quiere resolver los problemas. Con eso me conformo.

¿Volveremos a ver a Santiago Cervera en una lista electoral?

-Seguro que no. Ha habido personas que me han sondeado para intentar recomponer el espacio electoral del centro derecha, pero lo tengo clarísimo. No voy a volver a la política de ninguna manera.

 

 

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