Con ocasión del 500 aniversario, UPN ha remitido a sus militantes un interesante resumen con su visión de los acontecimientos que tuvieron lugar en 1512.

Los militantes de UPN han recibido estos días un correo que, bajo el título “Breves reflexiones sobre 1.512”, relata los hechos que tuvieron lugar en aquella fecha que ahora se conmemora. Según el digital conservador Navarra Confidencial, que ha tenido acceso a este interesante documento que a continuación reproducimos:

Breves reflexiones sobre 1.512

1.- No tiene sentido alguno la polémica en cuanto a los términos conquista, anexión o incorporación. Hacer de este tema polémica, revela un gran desconocimiento de la realidad.

2.- Lo que se produjo en 1512 fue una conquista, en cuanto que supuso una intervención armada de las tropas castellanas, dirigidas por el Duque de Alba. Es un hecho indudable, como también lo es que entre las tropas castellanas, por su condición de castellanos, se encontraban alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos.

3.- Otra cuestión a destacar es que la conquista no fue especialmente cruenta. En el caso de Pamplona, la ciudad se rindió, representada por sus jurados, si bien hay que reconocer que el Duque de Alba, acompañado por un gran ejército, rodeaba la ciudad, con lo que resulta lógica la rendición. También es preciso hacer constar que los reyes titulares de Navarra habían huido a Francia.

4.- Además la conquista contó con el apoyo de los beamonteses, a cuya cabeza iba el Conde de Lerín y que se trataba de un partido al que pertenecía parte de la población navarra.

5.- La consecuencia principal de la conquista fue el cambio dinástico, es decir, el cambio de reyes: dejaron de reinar Catalina de Foix (ella era la reina titular) y su esposo Juan de Albret o Labrit. Pasó a ser rey de Navarra Fernando el Católico, quien era rey de la Corona de Aragón, ya no rey de Castilla, puesto que había perdido esta condición al morir su esposa Isabel la Católica en 1504. La reina de Castilla en ese momento era su hija Juana la Loca, ya viuda de Felipe el Hermoso y su padre, Fernando el Católico, ejercía en ese momento como Lugarteniente y Gobernador por la incapacidad de su hija. Los navarros, entre las condiciones de la capitulación con el Duque de Alba aceptaron el cambio dinástico a cambio de conservar sus fueros, esto es, su propio régimen jurídico: su derecho y sus instituciones. En un primer momento Fernando sólo fue depositario de la corona navarra, tomando el título de rey de Navarra a finales de agosto de 1512. El juramento mutuo de fidelidad Rey-reino se produjo en la primera reunión de Cortes posterior a la conquista, ya en 1513.

6.- Por tanto, en 1512 hubo una conquista que supuso un cambio dinástico. Pero Navarra siguió siendo un reino independiente entre ese momento y hasta 1515. Fernando el Católico pasó en 1512 a ser rey de Aragón y de Navarra. Era característica de la Corona de Aragón que los reinos que la componían gozasen de autonomía, ya que cada uno tenía sus propias instituciones y su derecho. A pesar de ello, Fernando no incorporó Navarra a Aragón. La idea era, al parecer, haber transmitido sus dominios (Aragón y Navarra) al hijo que tuviera de su matrimonio con Germana de Foix. Tras enviudar de Isabel la Católica éste fue su segundo matrimonio. La cuestión es que de este segundo matrimonio llegó a nacer un niño que murió al poco de nacer, lo que determinó que finalmente Fernando decidiera incorporar Navarra a Castilla.

7.- Por tanto, hubo una incorporación a Castilla, pero ésta tuvo lugar en 1515. Es preferible usar el término incorporación porque fue el utilizado por Fernando el Católico. Incorporó Navarra a Castilla “por amor” a su hija doña Juana y su nieto Carlos. A pesar de la incorporación a Castilla, Navarra mantuvo un peculiar estatus del que no gozaba ningún territorio castellano, ya que en Castilla toda la Corona tenía un mismo derecho y unas mismas instituciones. Navarra fue la excepción, dado el compromiso de Fernando el Católico de respetar sus fueros, de manera que pasó a ser el único territorio que, dentro de Castilla, mantenía su propio derecho y sus propias instituciones, lo que se simbolizó en el carácter principal de la unión. Es decir, Navarra siguió siendo un reino, aunque ya no independiente, sino incorporado a una Corona, no anexionado, en el sentido de verdaderamente unido o añadido, sino manteniendo su autonomía, por lo que tal vez sea mejor decir incorporado. Esta condición de reino la mantendrá hasta 1841.

8.- La cuestión internacional: es importante entender que la conquista de Navarra se enmarca en una guerra internacional, de la que es consecuencia, como puede deducirse de los siguientes apartados del libro El Derecho de Navarra de Mercedes Galán Lorda.

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